Después de acabar la campaña de Marvel’s Avengers seguía teniendo la misma pregunta que cuando comencé el juego: ¿por qué este planteamiento jugable? Me hubiese gustado estar en el momento exacto en el que alguien tomo la decisión para hacerle ver que Los Vengadores encajaban más en una fórmula como la de Spider-Man que en una como la de Destiny. No me malinterpretéis, el juego me ha dado bastante más recorrido del que esperaba en un principio, porque es un producto de calidad, pero entre tanto número y porcentajes se ha perdido una oportunidad de llevar esas sensaciones del celuloide al videojuego, aprovechando el sabor agridulce del final de la saga del infinito que nos ha reunido a tantos fans durante 3000 minutos.
Vengadores, ¡reuníos!
Si hay algo que puedo otorgar a Marvel’s Avengers es ir de frente desde el primer momento. Crystal Dynamics no esconde que la fórmula es la que es, y que si queremos entrar en el juego tendrá que ser bajo sus reglas. El título basa todo su planteamiento en la recolección de botín, en la subida de habilidades progresivas de cada personaje y en el cálculo de múltiples variables y porcentajes que nos permitirán afrontar las misiones. Estas misiones irán subiendo, gradualmente su dificultad, basándose en la potencia total de los enemigos. Si habéis jugado a juegos como Borderlands, Destiny o MMOs como World of Warcraft sabréis que esta fórmula (en la que también se añade la repetición de niveles y aleatoriedad en los equipamientos) es la base de su planteamiento.
La campaña es sin duda una manera de enseñarnos todos los elementos del juego a través de Kamala Khan, la cual adquiere superpoderes a causa de una explosión de un componente químico el día que los Vengadores celebran su A-Day. Ella será la encargada de volver a reunir a parte del equipo para acabar con IMA, la organización que ha reemplazado a los vengadores y que tras su fachada de ayuda a la humanidad se esconden intenciones ocultas. Una trama que tiene momentos increíbles y que sirve como excusa para que poco a poco vayan apareciendo en escena cada vengador y podamos ir controlando a cada Vengador. En este aspecto, controlar a cada uno de los seis personajes jugables (en un principio) son experiencias individuales que se diferencian lo suficiente como para tener diferentes sensaciones a la hora de jugarlos.
En un principio, y con lo básico, nos dará la sensación de tener relativa facilidad a la hora de controlar a los personajes, pero al ir subiendo de nivel y desbloquear cada habilidad, nos encontramos que dominar por completo un personaje es otro de los retos a conseguir en el juego. También hay que añadir que podremos personalizarlos basándose en puntos intercambiables dentro del árbol de habilidades. ¿Hulk te parece demasiado débil? Cambiando unos cuantos atributos lo convertimos en un tanque. ¿Ms. Marvel no tiene suficiente fuerza? Sacrificando algo de resistencia podemos conseguirlo.
Todo está pensado con vistas a que, llegado el momento de dar el salto a las misiones en línea, podamos personalizar a nuestro superhéroe para adecuarlo al resto del grupo y cada cual cumpla una función.
Los problemas son inevitables
Por desgracia, como ya he dicho antes, aunque Marvel’s Avengers cuente con un sistema de combate divertido, la repetición de niveles o un combate basado puramente en los números y no en la habilidad del no casan con lo que realmente esta pidiendo un juego de Los Vengadores. Lo paradójico es que cuando el juego olvida estas normas y llegamos momentos importantes (como jefes finales o enemigos más pensados) se crean combate más cercanos a una fórmula como la de Spider-Man o incluso Dark Souls, donde el combate se gana por la habilidad y no por la potencia del personaje.
En ese momento Marvel’s Avengers toma un cariz totalmente diferente que se diluye cuando derrotamos al enemigo y volvemos a necesitar quemar múltiples recursos y habilidad con masillas que nos sacan uno o dos niveles de potencia.
A esto se le une un concepto que muchos de los juegos anteriormente citados han sabido gestionar bien y que Marvel’s Avengers ha querido llevárselo a su terreno de la peor manera posible: las skins. Cuando en la primera misión cambie el equipo de kamala y simplemente, no pasó nada, me temía lo peor. Tres misiones más tarde el juego confirmó mis sospechas cuando, una de las misiones dentro de la campaña de un jugador, consiste en ir a una tienda donde podemos comprar skins con material que consigamos dentro de cada misión.
Una de las principales razones de esta obtención de botín es ver como tu personaje se va equipando, como cada set tiene su propio diseño, creando una sensación de avance. Marvel’s Avengers cambia este planteamiento para obligar al jugador a invertir horas e ir desbloqueando estos aspectos de pago que, por otro lado, junto al pase de batalla, es lo único que ahora mismo se puede desbloquear.
Marvel’s Avengers
No quiero ser injusto porque, en el fondo, es un producto de calidad que cualquier fan de los superhéroes va a disfrutar seguro. No todos los días puedes eliminar veinte enemigos de una palmada sónica de Hulk o puedes empuñar a Mjölnir contra hordas de enemigos y eso es lo que le convierte en un juego divertido. El problema, y vuelvo al principio de mi texto, es que sigo haciéndome la misma pregunta: ¿por qué?
Teniendo títulos dentro de la misma Marvel, como Spider-Man, o sagas como la de Batman que se han convertido en referente: ¿por qué no seguir esa estela en vez de meter con calzador un género que tiene un público más reducido? Ahora depende de Crystal Dynamics y la propia Square Enix conseguir que esa sensación de repetición y de falta de recompensas se elimine pronto y eso solo será con el lanzamiento de más contenido a lo largo de lo que duré la vida de este juego.
Por ello creo que también habría que hacerle dos análisis a este título, uno ahora con su campaña y el contenido tal cual, y uno dentro de un año cuando el juego goce de algún aliciente de peso más allá de cambiarle el aspecto a los personajes o cambiar iconos/emblemas del perfil.
Mientras tanto seguiré viajando por todo el mundo junto a los Vengadores para conseguir terminar con toda la organización IMA. Que Odin (o Tony Stark) me proteja.
Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.
[…] componente multijugador del que más tarde beberían Destiny o, por poner un ejemplo más reciente, el polémico Marvel’s Avengers. Un género bastante vivo y moldeable al que CounterPlay Games ha querido sumarse, con una visión […]