Reflexionamos sobre el lado oscuro de la nueva versión del mítico RPG de Square, la comparativa en este punto frente al original y sus efectos en la trama. Por cierto, ¡artículo cargado de spoilers!
«Prelude»
Sí, el Final Fantasy VII de PlayStation es mi juego favorito de siempre. Estoy seguro que «videojueguilmente» hablando (rayos, ¿existe esa palabra?) lo que me hizo vivir este título hace 17-18 años jamás será igualado. Ya no solo por el juego en sí, si no por las circunstancias que lo acompañaron: me pilló en el momento perfecto con la edad adecuada. Seguro que la mayoría que leéis esto me entendeis, y los que no, probablemente lo hagáis en un futuro. Aún así, los que me conozcáis un poco más sabréis que estoy bastante alejado del nostalfan dolido por cambios argumentales o políticas actuales aplicadas a «mi juego». Tampoco soy cercano a las opiniones de «todo lo nuevo es mejor» existentes en algunos rimeiknials.
Como he dicho varias veces, Final Fantasy VII Remake ha sido una experiencia buenísima para mí. Me ha hecho muy feliz, y me ha hecho pasar muy buenos ratos. Sonrisas, casi lágrimas, emoción e ilusión me han acompañado durante estos meses cada vez que pensaba en el juego. Lo devoré en cuanto pude y acabé hablando maravillas de mi experiencia; lo repetí en difícil acto seguido y saqué su platino, e incluso sigo jugando actualmente de vez en cuando. Con esto quiero transmitiros que Final Fantasy VII Remake me ha encantado, no en su totalidad pero sí en la mayoría de sus actos.
Incido en esto debido a que aunque quiero centrar este artículo en un análisis sobre como este Remake es menos oscuro de lo que ha podido ser; y de como han influido en esto decisiones comerciales. Incido para dejar claro que esto no es una guerra original-remake, ni por supuesto os habla alguien ciego por uno de los bandos. A pesar de ello, me será imposible no añadir de vez en cuando mi opinión, así pues os pido perdón de manera anticipada por los <<me gusta más>> o <<prefiero>> que probablemente leáis en estas líneas.
«Let the battle begins»
La oscuridad en ocasiones (no siempre) es proporcional a los contenidos adultos que contenga el título. Si buscamos las descripciones y los contenidos de las restricciones de edad nos daremos cuenta de que no hay demasiadas diferencias entre PEGI 16 y PEGI 18. En un principio yo era de los que creía que la decisión de hacer a Final Fantasy VII Remake un juego con etiqueta PEGI 16 había tenido mucho que ver en el «blanqueamiento» del juego. Totalmente errado me hallaba, que no herrado. Tan solo hay una diferencia, y es la presencia de contenido discriminatorio (raza, género, sexualidad…) en la categoría de rango más alto. El resto igual, un PEGI 16 puede tener sangre, miedo, sexo, drogas… Así pues vamos a analizar estos aspectos dentro del juego.
El sexo y el miedo los omitiremos, por razones obvias. Final Fantasy VII no es un juego que tuviese escenas que aportasen miedo, haciéndolo más oscuro o más adulto. Eso sí, aún recuerdo la primera vez que vi a un monstruo humanoide creado por la sobreexposición al mako (en el pasado de Cloud); estuve varias noches con pesadillas. Aunque para esto los años cuentan (soy menos impresionable), igualmente creo que el diseño de estos en el remake no es tan impactante. También en miedo podríamos meter los eventos del edificio Shinra, pero de eso hablaremos un poco más tarde. Respecto al sexo explícito como tal, ni lo hubo, ni lo hay. Tampoco es algo necesario. Lo más parecido es el evento del Honey Bee Inn, aunque este produce un efecto más divertido que erótico o sexual en ambos juegos; aquí no encuentro diferencias.
En mi opinión, sin duda ninguna el que mejor introduce esa oscuridad en el juego es la temática de las drogas. Quizá haya que abrir un pequeño paréntesis, ya que esto es solo cierto para una parte del público: la que conoce Final Fantasy VII original. Me explico, realmente los hombres con capa (no confundir con los ecos del destino) están bastante bien diseñados si tomamos los canones de una persona destruida por una sustancia (células de Jenova). Sin embargo, esta influencia solo la comprenderemos del todo si hemos jugado al juego original o conocemos su historia.
«Those chosen by the planet»
Y ya que hablamos de las células de Jenova y la oscuridad, no podemos dejar pasar uno de los temas que más me pertuban (y a la vez me llamaban a seguir jugando) de este juego: los experimentos con humanos. Aquí entra una de las mejores cosas que en mi opinión ha hecho este remake, la construcción (que no creación) de los personajes; y en este caso puntual entra un perturbado y bastante bien diseñado Dr. Hojo.
Ya en el original se vislumbraba que era un tipo que había perdido la cordura, sobre todo al final del juego. En Midgar simplemente se mostraba como un científico ambicioso y algo obsesivo en su trabajo. Sin embargo en el remake le han dado desde el principio un toque muy oscuro, haciéndolo un tipo poco cuerdo, frío e incluso muy cruel; algo que se hace patente en la conversación que tiene con Aeris sobre Ifalna y su infancia.
Así pues mezclando un tema tan perturbador y con tantas penurias como este, un científico sin escrúpulos como el que han creado; y conociendo los eventos que ocurren, los eventos que ocurrirán y los que ya han ocurrido (Hojo, Lucrecia, Sefirot…) me ilusiona lo que puede llegar en las siguientes partes. ¿Os imagináis un encuentro de Hojo y Sefirot? Ver una conversación de estos dos cara a cara, podría ser un momento bastante bueno para el espectador. Incluso esto también me intriga de cara a uno de mis personajes «menos favoritos» dentro del grupo de héroes, Vincent Valentine (aunque aún no jugué Dirge of Cerberus donde es protagonista, por lo que mi visión de él podría cambiar en los próximos meses).
Por esto, creo que el remake está un punto por encima en oscuridad en este tema concreto, sobre todo potencialmente en lo que puede estar por venir. Hay que decir que para indagar más en este tema en el original hay que buscar un poco más de la cuenta, para encontrar la historia de Zack, la de Lucrecia o la del Profesor Gast. También pienso que es un tema en otros sentidos mal aprovechados, como en la nueva localización «laboratorio secreto de Shinra«. Meterlo en desapariciones de personas, o alguna enfermedad rara provocada por que se escape un virus… en vez de misiones secundarias de buscar gatos o eliminar tantos monstruos; seguro que hubiese entrado bien.
«Underneath the Rotting Pizza»
Es maravillosa la vida que han conseguido dar a las barriadas (antiguos suburbios) de los sectores 6 y 7. Aquí vuelve a lucir otra de las características que más me han gustado de este remake, que es la transformación de los escenarios del original. Realmente crees estar en un barrio marginal: chapas, hierros, mallas y tuberías por todos lados. Arquitectónicamente hablando es una representación perfecta de la ambientación que me transmitía hace veinte años. Quizás, si hablamos de ambiente lo he visto demasiado luminoso durante el día; en mi mente los efectos de una hipotética nube de contaminación deberían ser más palpables, haciendo de las barriadas un lugar más tétrico.
Al final se supone que todo el mundo soñaba con irse de allí y si se quedaban era porque no tenían medios; o porque amaban demasiado su tierra como para marcharse a pesar de estar pasándolo mal. Sin embargo, los habitantes de la barriada en el remake derrochan felicidad. Y por una parte me ha parecido bien, me he divertido en ambos sectores escuchando a hurtadillas las conversaciones de la gente. Aunque no puedo pasar por alto que esto mitiga el efecto dañino que deberían tener las actividades de la compañía Shinra en la calidad de vida de esta gente.
Y ya que hablamos de la felicidad de la gente hagámoslo también de su manera de expresarla. Esto es muy personal, y es una de las cosas que más me ha hecho arquear la ceja con este juego. Incluso en determinados momentos me ha sacado por completo de lo que estaba viviendo. Hablo de la gestualidad exagerada de anime shonen que en ocasiones tienen los personajes. Y no me pega ese estilo con el mundo de este videojuego, ni siquiera con sus personajes a pesar de ser estos jóvenes. Imagino que si eres consumidor de este tipo de contenido no hayas tenido ese problema, pero a mí me ha matado… y ha conseguido quitarle importancia a momentos que para mí habían sido muy tristes y muy creíbles con los monigotes de antaño.
«The nightmare begins»
Uno de estos momentos es la caída del pilar del Sector 7. En el original este fue el momento que me enganchó al universo de Final Fantasy 7. Joder, las muertes de Wedge, Biggs y Jessie… Flipé con la caída de Wedge, fue una hostia tremenda (física para él y emocional para mí). Subes el primer tramo de escaleras, te encuentras a Biggs (en mi mente acrivillado a balazos) y ya sabes que no hay vuelta atrás: esto es un grifo de sangre que no va a parar. Y casi llegando al final, Jessie en el mismo estado que Biggs, planteándose si sus acciones los convierten en malas personas. Si realmente se merece morir por el daño que ha podido ocasionar a la gente de Midgar.
Y termina con un barrio aplastado, muerte de inocentes y miles de sueños borrados; simplemente por el ansia de poder de una compañía. Miseria humana, y tú como protagonista, como héroe no puedes hacer nada. Todo esto pasa muy rápido y de manera intensa; y junto a un muy buen acompañamiento musical hace que no te dé tiempo a reaccionar, ni a salirte de lo que está pasando. Sin embargo, en el remake me corta ese ritmo y ese sentimiento salir del pilar para manejar a Aeris. No digo que esta parte esté mal, hay cosas que agradezco ver como el encuentro Tseng-Aeris, el momento del abrazo de esta con Marlene; o incluso a Wedge ayudando a la gente del barrio. Sin embargo, para mí esto no justifica que te saquen de esa zona caliente del pilar, la cual emocionalmente es bastante potente.
Volviendo otra vez a la excesiva gestualidad de los personajes, lo siento, pero no me he creído a la Jessie de la batalla del pilar. No me creo a esa Jessie que se enfrenta al helicóptero de combate, ni tan siquiera a esa Jessie que está agonizando. Y no es que no me guste la nueva personalidad que le han dado, veo perfecta a una chica jovial y soñadora, incluso me encanta todo lo que se conoce de ella; y como evoluciona la relación de Cloud con los miembros de Avalancha en el capítulo donde visitan la casa de sus padres. Al final, siento que todo lo que ocurre en el pilar en el remake es menos serio y adulto, menos triste. Y teniendo en cuenta el ritmo, diría que está peor diseñado que otras partes de esta adaptación.
«You can hear the cry of the planet»
Sin duda en el edificio Shinra hay algo que falta y me hace pensar que esta parte en el remake es menos oscura: la sangre. En el original ya desde que sales de la celda se palpa un ambiente jodido entre el cadáver del guardia y las marcas de sangre y garras en suelo y paredes. Incluso hasta tal punto que yo tuve miedo cuando Nanaki decide avanzar por su cuenta a investigar, o cuando Barret se queda solo para «limpiar» el desastre. Temía por ellos. La música vuelve a acompañar, hasta tal punto que se mantiene en los combates y no cambia al típico tema de batalla, te van preparando para algo fuerte.
Y el culmen es llegar al despacho del Presidente Shinra, quien se halla muerto encima de su imponente mesa, ensartado por Masamune, la katana nodachi de Sefirot. Nuestro hasta entonces mayor enemigo aniquilado, todo su poder convertido en cenizas sin que nosotros hayamos intervenido. La mejor presentación posible que podía tener Sefirot si el objetivo era darle un aura de misticismo y peligrosidad. Me resulta difícil buscar la comparación entre la muerte de este antagonista en el remake y en el original. Considero que todo lo que ocurre en torno al fallecimiento del presidente Shinra en el remake está mal guionizado… si al menos Barret lo hubiese arrojado por la terraza…
Esto último me parece que es el punto que mas intenta «blanquear» a Avalancha, en este caso particularmente a su figura más representativa, Barret. Sin embargo no estoy de acuerdo en otras opiniones (aunque las entiendo) que focalizan el blanqueamiento de Avalancha en la intervención de Shinra durante el atentado de la primera misión. Ya había datos con anterioridad dentro de la compilación que dejaban caer que la bomba que preparó Jessie no debió haber causado tal daño. Incluso si te pones a pensarlo puede tener sentido con las aspiraciones de la compañía, y tal vez sea interesante para una futura trama más profunda en Wutai.
«On that day five years ago»
Hemos comparado fragmentos, analizado momentos puntuales y puesto en valor preferencias personales. Sin embargo… ¿y si toda esta oscuridad del Final Fantasy VII de PlayStation1 solo estaba en mi imaginación? Este era uno de los miedos que tenía con el remake antes de probarlo. El original dejaba muchas cosas a la imaginación, y no hablo de los vacíos en la trama, si no de lo que veías y desarrollabas. A los «monigotes» les dabas vida en tu mente, tú eras él que le ponías más o menos sentimentalismo a las escenas. Por su parte en el remake los personajes no dejan espacio a la imaginación ya que son muy realistas; y por consiguiente el juego lo tiene que hacer todo.
Esta es una pequeña desventaja, ya que solo ves lo que te muestra y no lo que cada uno quiere ver. A pesar de ello personalmente el remake me ha dejado una buena sensación en este sentido, aunque no todo es como yo imaginaba (algo imposible claro está). Si tomamos una escena como ejemplo para analizar este hecho, vayamos por ejemplo a la muerte del presidente Shinra. En el original había solo dos elementos para ponerte en situación: el muerto con la espada clavada y la música (en mi caso también fue que Tifa se acercó sola detrás de la mesa… temía que le pasase algo). En el remake ya tienes que mezclar todo lo que conlleva a los personajes: sus caras, su gestualidad, su ubicación… es mucho más complicado.
«If you open your eyes»
Y al final en lo que más pienso es en lo que pudo ser, que significa que pudo ser mejor. Final Fantasy VII tiene el universo perfecto para tomarlo como inicio de una gran trama oscura. Y no es que se aleje de todo esto, ya que la experimentación humana sigue estando, Hojo parece que se mantiene perturbado con ello y aún queda mucho por ver. Aunque si que es verdad que el personaje de Sefirot da un aspecto de estar más «cuerdo» de lo que lo vimos en el juego original. Por esto quizás se aleje un poco de la figura que teníamos en mente y que lo hacía compararse con otros míticos villanos de la saga como Kefka.
Toda esta pérdida unida a la «fantasía» que han supuesto los ecos del destino, no es que haya supuesto una decepción (que quizás para algunos sí); pero sí un distanciamiento del eje central sobre el que giraba Final Fantasy VII, para llegar a un punto (¿destrucción del destino?) que aún no sabemos la importancia que tendrá. Sin embargo, debemos tener en cuenta que este título ha funcionado un poco como presentación y que introduce personajes, tutoriales, tramas… así pues debemos esperar y confiar en el trabajo de Square. Ya que sinceramente y en lo que cree el tipo que escribre estas líneas, Final Fantasy VII Remake ha aprovechado muy bien la tecnología actual para presentarnos un juego que en varios factores está por encima de su predecesor.
Como hemos dicho aún hay brotes verdes con este juego, hay nuevas semillas plantadas y ciertos temas que veremos como resuelven. Para mí todo este alejamiento del lado oscuro no es lo que esperaba, pero quizás el resto de cosas nuevas se desarrollen de tal manera que hagan que merezca la pena. Al final, es un regalo para los fans de este título, poder reencontrarnos con algo tan querido tanto tiempo después. Y con este resultado. Y si no te ha convencido no hay problema, el juego de PlayStation1 siempre estará ahí y nadie podrá borrar lo que viviste con él. ¡A disfrutar de los videojuegos!
