Out of the Box, tras el éxito del pasado
A pesar de ser su título debut, detrás de Out of the Box no se esconde un grupo de novatos. En 2014 salió una de las aventuras gráficas que más reconocimiento han obtenido en el panorama español de los últimos años: Randal’s Monday. El estudio alicantino Nexus Game Studios, bajo el paraguas de Daedalic Entertainment, creó una aventura point and click con toques de humor y una historia realmente interesante, todo esto aderezado con un aspecto visual bastante atractivo y que hizo de la aventura de Nexus un videojuego que sobresalió bastante en su momento.
Tras el éxito del juego, dos años después, y enfocados en el nuevo título que iban a crear, Juanan y Toni Pascual, las cabezas detrás de Randal’s Monday, se desvincularon de Nexus Game Studios con la intención de crear algo nuevo. Y así es como en 2016 se crea Nuclear Tales, un nuevo estudio que busca, en sus propias palabras, encontrar su hueco dentro de una industria tan competitiva como la del videojuego. Tras su fundación y varios años más de duro trabajo, el 19 de julio de 2018, por fin, lanzaron el título que hoy nos ocupa: Out of the Box.
Una aventura diferente
Esta aventura gráfica nos mete en la piel de “el carnicero” Warren, un exconvicto que, tras pagar por sus crímenes, busca una nueva vida. Estamos en 2002, y para alguien que ha salido de prisión es difícil encontrar trabajo, por lo que el bueno de Warren se ve obligado, como último recurso, a ir a pedirle trabajo a Harry Sullivan, un viejo conocido de su antigua vida, que le ofrece ser el portero de su discoteca The Box, asegurándole que se trata de algo totalmente legal. Esta es la premisa que utilizan desde Nuclear Tales para mostrarnos una historia realmente interesante, en la que nuestras decisiones tendrán peso e influirán para llegar a uno de los 4 finales disponibles, o incluso para llegar a verlos.
Y es que hay una serie de decisiones que podremos tomar dentro del juego que pueden condicionar la partida. Condicionarla hasta el punto que, una vez estemos llegando a la fase final de la aventura, nos encontremos en un callejón sin salida. Y es que, si tomamos las decisiones equivocadas, es probable que nos veamos obligados a retroceder varias jornadas para cambiar las decisiones tomadas y así poder llegar al final del juego. Esta trascendencia en las elecciones es algo que se ve poco en el medio, ya que, en muchas ocasiones, estas decisiones simplemente alteran de una forma u otra el final de la partida, pero pocas veces nos llevan a un callejón sin salida en la que debemos pagar por algo que no hicimos bien y repetir partes anteriores del juego, para cambiar una mala decisión por otra que nos permita seguir avanzando.
Una jugabilidad pocas veces vista
Desde Nuclear Tales han reconocido en alguna que otra entrevista que Papers, please, la aventura indie de Lucas Pope que nos lleva a ser un agente fronterizo en el país de Arstotzka, es una clara fuente de inspiración en la que se han basado para crear Out of the Box. Y es que después de su anterior éxito, buscaban algo diferente, creando un sistema de juego muy similar al visto en el juego anteriormente mencionado. El propio Juanan Pascual ha reconocido que la primera idea que tuvieron era algo tan inusual como hacer de empleado de una atracción acuática, siendo nuestro cometido el de decidir quién entra a la atracción. En vez de esta idea, decidieron decantarse por un sistema en el que decidimos quién entra a la discoteca, un ambiente que concuerda más con la historia que fueron desarrollando posteriormente.
Dentro de Out of the Box, tenemos que decidir, en base a los criterios que nos ponen cada jornada, quién entra a la discoteca. Los clientes que, por una cosa u otra, de manera normal no podrían acceder, intentarán engañarnos con carnets falsos, usando carnets de otras personas o incluso intentando sobornarnos para pasar. Además, tendremos que estar atentos a que no se pegue gente en la cola, a la gente que se intentará pegar con nosotros e incluso a representantes de otras discotecas, que vedrán a intentar quitarnos clientes. Además, como en el mencionado título de Pope, con el dinero que ganemos jornada a jornada, habrá que hacer frente a unos gastos que, de no cubrirse, tendrán nefastas consecuencias tanto para el final del juego como durante la partida.
Dificultad y sentido del humor
Y es que, si algo está bien equilibrado, es la dificultad del título. Tener cualquier fallo nos restará dinero, encadenar varios fallos nos puede llevar a un game over y tener que repetirlo todo, y es que es muy complicado no tener un solo fallo en una jornada. Hay que tener en cuenta la fecha del DNI que nos muestra el cliente, que coincida la foto, que no esté muy borracho, que lleve la entrada del evento en cuestión… En cada jornada van cambiando las variables, para que el título no se haga monótono y tengamos que ir fijándonos en diferentes cosas. Si a esto le sumas que la gente se cansa de esperar y se va, hace que tengas que ser ágil para que pueda entrar el mayor número posible de personas en el club.
De por sí, esto ya es un coctel entretenido y que se disfruta bastante, pero a todo esto desde Nuclear Tales le suman el ingrediente estrella: su peculiar sentido del humor. Cuando estás jugando es habitual sorprenderte con la lista de VIP, en la que podrás encontrarte con gente conocida como Donald Trump, Nicolas Cage en un estado de embriaguez importante, Ronaldo Nazario… o interminables referencias al mundo videojueguil, que van desde camisetas con el símbolo de la trifuerza a personajes con apellidos tan emblemáticos como Kojima.
Out of the Box: un indie recomendado
Hay que hacer una mención especial a la BSO del juego, ya que Out of the Box tiene, además de todo esto, una banda sonora realmente pegadiza, que amenizará tus duras jornadas como portero de discoteca. Dado que hay jornadas temáticas, puedes escuchar un amplio repertorio de géneros, que atraen a diferentes clientes y establecen las prioridades a la hora de dejar entrar a la gente en ese día específico.
Tras años de trabajo, el título de Nuclear Tales es un juego bastante sólido, que se disfruta y que esconde, detrás de una jugabilidad entretenida, una historia que engancha y que sorprende a partes iguales. Nunca sabrás a lo que te enfrentas cada jornada y es que, es un título que invita a que se juegue de varias maneras, porque los finales no tienen desperdicio. Así que, si no sabéis a dónde acudir tras una intensa jornada de trabajo, nosotros os recomendamos que vayáis a The Box, que además de que ponen buena música, la historia detrás del portero de la discoteca es bastante interesante, si le das una oportunidad.
Un mono entre monos.
Jugando desde los 8 años y hasta que vuelva a tenerlos.