28 mayo 2018

Análisis | Khara

By In Análisis, Destacado, Noticias

Los chicos de DNA Softworks nos traen su primer trabajo después de pasar por los PlayStation Talents: Khara, una aventura que nos llevará hasta la mismísima Atlántida, donde nuestra protagonista va en busca de su padre, perdido en esta misteriosa isla. Khara tendrá que enfrentarse a todas las amenazas que acechan en la isla utilizando sus poderes para controlar el agua. Un viaje que nos hará visitar todos los recovecos de la legendaria Atlántida y donde, las plataformas y los puzles, serán un continuo desafío.

Échale pienso que agua no le falta

En un principio Khara se nos muestra como una aventura en tercera persona en la que deberemos superar ciertos obstáculos y puzles para poder continuar nuestro camino. El agua también cumple un papel muy importante para la historia, y para su protagonista, descubriendo poco a poco los poderes que guarda Khara en su interior. Una de las primeras cosas que nos llama la atención al mover el personaje es la animación de la coleta de Khara siguiéndonos en cada movimiento, algo que queda empañado al ver ciertas animaciones del personaje como, por ejemplo, en el salto, donde no están del todo pulidas. No es algo que rompa la fluidez del juego pero es algo en lo que es inevitable fijarse.

Avanzar y descubrir la isla de la Atlántida será todo un deleite para la vista ya que la ambientación, los paisajes y los recorridos tienen una esencia griega que se puede respirar por todos los poros del juego. Todo esto ayudado por una iluminación que hace que mirar al horizonte para ver otras partes de la isla sea todo un lujo. Los murales que nos iremos encontrando según avanzamos en el juego también ayudarán a reforzar la historia pudiendo interactuar con ellos.

Descubrir la isla será tan fácil como ir avanzando y superando los diferentes obstáculos con ayuda de nuestros poderes. En ocasiones tendremos que resolver una serie de puzles, como mover cajas o destruir ciertas estatuas para poder avanzar. Algunos puzles requerirán de nuestros poderes para conseguir que funcionen y otros tendremos que utilizar nuestro ingenio y habilidad. Un pequeño fallo que le podemos sacar a esta parte es que, en algunos puzles o cuando exploramos, hay una sensación de «no saber muy bien que hacer» o de desorientación que se habría arreglado con un «tienes que hacer esto» o una flecha indícanos el camino a seguir.

La Atlántida también tiene peligros

En Khara no es todo exploración y plataformas. En determinados momentos tendremos que recurrir a nuestros poderes para deshacernos de enemigos que nos irán saliendo a nuestro paso. Al principio serán simples esbirros que intentarán retenernos pero después nos enfrentaremos a enemigos que requerirán de nuestros poderes para poder derrotarlos. El combate está basado en ataques normales y fuertes junto con los poderes que vaya desarrollando Khara como poner clones de agua para despistar a los enemigos o lanzar una especie de flechas para coger distancias. También tendremos una habilidad para esquivar a los enemigos que nos convertirá en agua para trasladarnos a un lugar cercano. Esta habilidad nos servirá, no sólo para evitar los ataques, si no para llegar a diferentes lugares o ir más deprisa al recorrer diferentes estancias.

Sin desvelar mucho de la historia tendremos que enfrentarnos a diferentes jefes finales que pondrán a prueba nuestra habilidad. Los patrones que siguen nos harán utilizar las diferentes habilidades que hemos obtenido para salir victoriosos. Están bien adaptados y construidos aunque, una vez descubrimos el patrón, sólo tendremos que repetirlos para poder vencer.

Una isla llena de misterio al alcance de nuestro mando

Khara es una aventura entretenida que nos reta con cada paso que damos. Si bien es verdad que hay algunas cosas que pulir de este título son detalles menores que harían que la obra mejorase pero que no son un impedimento para que, la fórmula que DNA Softworks ha querido crear con Khara, funcione. Una aventura sencilla que hasta los más pequeños de la casa pueden llegar a disfrutar por su mezcla de plataformas y exploración. Destacar también una ambientación cuidada junto con unos escenarios bastante bien recreados y una música que nos trasladará directamente a la Grecia antigua.

 

Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.

Written by Adrián Fitipaldi

Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.
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