Assassin’s Creed es una saga a la que tengo muchísimo cariño, he jugado a prácticamente todos los juegos principales y a alguno de los spin-off. Quiero señalar, que aunque algunas de las partes de lo que vais a leer a continuación son «objetivas» y se basan en información que se puede encontrar en la red o en algunos libros, no deja de ser un artículo en el que expreso mi opinión y mis sentimientos hacia la saga. Y no estaría de más advertiros que es muy probable que haya algún SPOILER. Así que una vez advertidos, vamos a empezar. Pero antes me gustaría recalcar el maravilloso trabajo de localización que se ha hecho de estos juegos, especialmente la parte de actrices y actores de doblaje, a los que pocas veces se agradece su labor, ya sea en este medio o en televisión y cine.
Mención aparte la de los papeles protagonistas:
- Guillermo Romero voz de Desmond Miles
- Claudio Serrano voz de Altaïr Ibn La-ahad
- Luis Reina voz de Ezio Auditore da Firenze
- Iván Muelas voz de Connor Ratohnhakéton Kenway
- Miguel Ángel Montero voz de Edward Kenway
- Beatriz Berciano voz de Evie Frye
- Jordi Boixaderas voz de Bayek de Siwa
Ahora si empezamos. Recordad: «Nada es verdad, todo está permitido».
Orígenes de la saga
El origen de esta franquicia no está en el primer Assassin’s, si no en lo que el equipo de desarrollo hizo antes. Eso nos hace remontarnos a Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo (Perteneciente a una saga cuasi-olvidada, que fue buque insignia de Ubisoft en su momento). Tras finalizar este juego, una parte del equipo se separó del resto para decidir qué camino tomarían las aventuras del Príncipe. Tras unos cuantos concept-art (mogollón de ellos) y con la idea de alejarse del mundo de fantasía del primer Prince of Persia, decidieron adoptar un enfoque más realista. Empezó a surgir la idea de un asesino que mantuviera la agilidad, pero que tuviera los pies en el suelo (nada de andar corriendo por las paredes, que deja muchas marcas y luego no se van ni frotando), con un aire misterioso y un poco fantástico pero que encajara en el mundo real.
Esta idea fue la que planto los cimientos de lo que luego sería Assassin’s Creed, un juego que prestaría mucha atención a contar una historia enmarcada por los acontecimientos reales de nuestro mundo. Obviamente esto se ve limitado por los datos que se tienen de cada época representada. Cuantos más datos se tienen, más fiel se es a la hora de representar el marco socio-histórico, pero, en pos de adaptar los hechos reales a la historia de los asesinos, cada espacio en blanco permite una licencia narrativa.
Esto nos deja con la sinopsis general de la franquicia, la guerra entre Asesinos y Templarios, ambos colectivos reales, desde el pasado hasta nuestros días.
Pero la historia comienza con el secuestro de un camarero, Desmond Miles, por parte de Industrias Abstergo, tapadera de la Orden de los Templarios en la actualidad. Bajo la dirección del doctor Warren Vidic, Desmond es forzado a usar una tecnología que es capaz de revivir la memoria genética del usuario, el Animus. Con esta premisa que nos da carta blanca para explorar el pasado revivimos las experiencias del primero de los antepasados de Desmond, Altaïr Ibn La-ahad, durante la tercera cruzada en 1191. El objetivo de esto es encontrar un Fragmento del Edén, poderoso artefacto dejado atrás por la misteriosa Primera Civilización, de la que se nos cuentan más cosas en los siguientes juegos.
El presente en Assassin’s Creed
El «presente» en realidad es para nosotros pasado. 2012 es el año elegido para los primeros acontecimientos de la franquicia, que vamos a intentar resumir a continuación. Tras el secuestro de Desmond a manos de Abstergo, y su posterior liberación por parte de los Asesinos, empieza una carrera por parte de ambas facciones para encontrar los frutos del Edén.
La deriva hacia otros estilos de juego
A raíz de la muerte de Desmond, los juegos, y me refiero principalmente a la historia, se resienten un poco. Casi todos los juegos se pueden clasificar dentro del género Acción-Aventuras, pero más adelante cambiarían de tercio… un poco. Quizá debido a que en Black Flag quisieron recompensar demasiado a la gente que dominaba ya el sistema de combate (nos encontramos con un protagonista capaz de matar a una multitud casi sin despeinarse), fue renovado en Unity con poco acierto a mi juicio. El cambio fue demasiado radical y de repente no podemos hacer frente a más de dos o tres enemigos de una vez. Esta sensación se suavizo en los siguientes juegos, pero aun así, la franquicia empezaba a acusar el cansancio del frenético ritmo de juego al año. ¿Y que hizo Ubisoft? Fijarse en lo que hacía triunfar a la competencia, especialmente (únicamente) en The Witcher 3: Wild Hunt.
Un desarrollo de personaje prácticamente calcado, el modo en que el mapa se llena de interrogaciones a medida que pasamos por las distintas zonas del juego o cuando escuchamos alguna conversación ajena y otras tantas cosas más, hacen que vea Assassin’s Creed Origins como un calco del juego de CD Projekt Red. Y ojo, es un juego divertido que cumple muy bien, y es completamente cierto que le da un impulso y un aire fresco a la saga que le hacía mucha falta, además de hacerlo atractivo tanto a fans de siempre como a los recién llegados. Pero, y como bien sabéis siempre hay un pero… ¿Qué pasa con la historia?
¿Retroceder en el tiempo es un acierto?
Si bien es cierto que la saga ha ido avanzando con las diferentes épocas históricas, salvo en un par de ocasiones en las que retrocede unas cuantas décadas, nunca antes de Origins había dado un salto atrás en el tiempo tan grande. El motivo es enseñarnos como empezó o surgió la orden de los asesinos.
Pues bien, salvo en la última escena del juego, en la que se nos muestra el archiconocido símbolo de los Asesinos, el juego solo nos cuenta la historia de venganza de Bayek, el último de los Medjay, contra aquellos que provocaron la muerte de su hijo. Insisto en que el juego está bien, pero no es lo que me esperaba. Y lo peor de todo es que realmente no se muestra más de Los Ocultos, precursores de los asesinos, hasta que no llegas al DLC. Hablando en plata, el Origins viene fuera del juego base. Y dejando a un lado la polémica de si los DLC deberían o NO existir, me parece bien que expandan algunos hechos de la historia o como pasó con AC3: La tiranía del Rey Washington, que aprovechen el contenido adicional para dejar volar la imaginación y se metan en asuntos más fantásticos. Tú antes molabas Ubisoft. En realidad, si hubieran llamado a este juego de otra forma, no tendría nada que reprocharles. Un simple «ambientado en el universo de Assassin’s Creed» habría bastado.
Y ahora con Odyssey, que retrocede aún más en el tiempo, no sé qué pensar. ¿Cómo van a justificar el título del juego? Porque amigos, los DLC ya se han anunciado, y dijeron que iban a indagar más en la primera civilización con el juego base, y el segundo DLC, basado en la Atlántida parece centrado en este tema. ¿Estará de nuevo la conexión con la saga en el contenido adicional? Además, hay otra pregunta incomoda. ¿Si el Animus nos permite revivir acontecimientos vividos por nuestros antepasados, porque podemos tomar decisiones en la parte del juego que transcurre en el pasado?
Solo nos queda especular hasta el próximo 5 de octubre, fecha del lanzamiento oficial del juego. Eso sí, a pesar de lo que digo, de las dudas expresadas y demás, ya está reservadísimo en mi tienda de videojuegos de confianza. Pero (ya está el cansino de los peros) aún nos queda una polémica por comentar. Pasemos al siguiente punto.
Si Kassandra es canon… ¿qué pasa con las estatuas y las ediciones coleccionistas?
Tras una serie de preguntas y respuestas en Reddit, el director creativo de Odyssey comento que de los dos protagonistas que podemos escoger solo uno es canónico en la franquicia, y es Kassandra, ya que en la novela del juego se sigue el camino de esta mercenaria descendiente del legendario Leónidas. ¿Es esto cierto?
Si miramos en cualquier página web las ediciones coleccionista existentes (creo que nunca antes ha habido tantas), todas las que incluyen figura o estatua incluyen a Alexios, el otro protagonista. Es más, si os metéis en la página de Ubisoft y buscáis la estatua super de lujo especial mega exclusiva que cuesta cerca de 800 €, también es de Alexios. Solo existe una figura por unos 60 € de Kassandra, la protagonista supuestamente canónica. ¿Se debe esto entonces a una decisión tardía de los directivos? ¿Han querido jugar la baza feminista y se han olvidado de dotarla de recursos para respaldarla? Llegados a este punto no me queda más remedio que ampliar la información. En estos días en los que me encuentro escribiendo han aparecido dos anuncios nuevos del juego. El primero es el live-action tráiler, «Elige la vida» , que hace un guiño a la película
«Trainspotting». Protagonizado por Alexios.
Y el segundo está relacionado con los altavoces inteligentes de Amazon. El asistente virtual de esta compañía recibe el nombre de Alexa. ¿Os imagináis ya lo que viene a continuación verdad? Han sacado un modo en el que puedes poner la voz de Alexios. Podéis verlo bajo el nombre “
«Alexa meets Alexios» . Al ver que la mayor parte del merchandising, los trailers y los anuncios están protagonizados por Alexios, me hace pensar que la elección de Kassandra como personaje canon de la franquicia ha estado basado en dos razones (Esto es completamente especulativo). La primera es que han querido aprovechar la corriente que busca visibilizar a las mujeres en la industria, ya sea como personajes de los videojuegos o como profesionales de la industria. Y la segunda y más lamentable, es que gran parte del sector de los videojuegos sigue pensando que un hombre vende mucho mejor que una mujer, y como resultado tenemos que tanto la mayor parte de la publicidad, como la primera portada del juego hayan contado con Alexios como protagonista.
Esto es solo mi opinión. Pero vosotros, ¿qué opináis?