Retomar la escritura en estos momentos es un reto, y más si hablamos de la responsabilidad de escribir un análisis de un proyecto en el que han puesto tanto cariño, cuidado y magia. También os digo que si tengo que enfrentarme a este reto, mejor que sea con Luna: The Shadow Dust, un videojuego que te pone las cosas fáciles y te deleita desde el primer momento .
Descubriendo Luna
Desde un principio Luna fue un misterio: nos llego la clave desde Application Systems Heidelberg, una distribuidora alemana con la que ya hemos trabajado en otras ocasiones y muy pocas explicaciones. Esto me enfrentaba directamente a un juego con un halo de misterio y una invitación a ser descubierto. Así fue como llego a mi, y no dudé en aceptar el reto.
Luna: The Shadw Dust se presenta como un juego sutil, elegante y muy cuidado; un juego lleno de magia, en el que el jugador es invitado a resolver puzzles, mientras disfruta de la sinfonía de colores y de la música orquestal que acompaña al juego. Además la historia de desarrolla sin una narración verbal, por lo que estará presentada mediante cinemáticas mudas. Es breve pero intensa y muy fácil de seguir si le prestamos atención.
Los clásicos nunca mueren
Este juego es un «point and click» de toda la vida, pero sin inventario y con mecánicas sencillas que nos obligan a centrarnos en los puzzles. Para no eclipsar su apartado artístico, nuestra misión es avanzar y subir la torre para poder liberar el mundo de la magia oscura. Para ello deberemos resolver una serie de puzzles en cada habitación, contando con la ayuda de una peculiar mascota, el cual esconde un pequeño secreto… que no os voy a rebelar.
Siguiendo la estela de juegos como GRIS, este juego cuenta con un apartado gráfico que es pura magia (sí, vais a leer mucho esta palabra en este análisis) pues esta hecho con animaciones realizadas completamente a mano, con una paleta de colores sobria que ya, por si sola, nos cuenta una historia carente de palabras. El detalle que ha querido darle Lantern Studio es que, conforme vamos avanzando en la historia, los colores van haciéndose mas cálidos y ricos apoyando la narrativa «sin palabras».
Además, para mantenerse sutil y elegante, funde a la perfección los decorados con los objetos útiles para los puzzles (nada de resaltar lo que se puede usar), lo que invita a escudriñar todos los decorados y descubrir detalles que de otra manera pasaríamos por alto. Una forma de obligarnos a recorrer los escenarios buscando objetos útiles, que tanto han trabajado.
Estos gráficos se ven acompañados de una banda sonora muy peculiar, relajante y, por supuesto, mágica. A priori no conseguía entender porque me parecía tan diferente, hasta que caí en la cuenta: la música corría por parte de una orquesta sinfónica recubriendo al juego con un velo onírico y misterioso, que te empuja a seguir.
Parte de la gracia de este Luna, es que como ya os he avanzado, te cuentan una historia de forma totalmente carente de palabras. Como detalle, ni siquiera en el menú principal palabras como tal. A priori es una idea que me gustó mucho mientras lo jugaba pero, en la práctica, en algunos momentos eché en falta alguna indicación. Algunos de los puzzles eran tan sutiles que sentirse perdido es algo habitual. Esto me obligaba a probar todo un poco al «ensayo/error» algo que enturbia la experiencia.
Lo que me lleva a hablar de los puzzles: son inteligentes pero en su gran mayoría asequibles. En lo personal, creo que estos puzzles son ideales para ser jugados con los mas peques de la casa. Realmente, en su conjunto, me parece un juego ideal para acercarles de una forma amable al mundo de los videojuegos. Es un juego ideal para jugar en una consola como Nintendo Switch (aunque de momento solo está planeado que salga para PC) ya que lo veo un juego ideal para ese ratito de relajación de antes de ir a la cama. Ese ratito de «ya se acaba el día, vamos a relajar y después leer un cuento».
Luna: The Shadow Dust
Luna: The Shadow Dust no será recordada por ser la aventura gráfica que más aporta al género pero si que pasará como la que intenta crear algo diferente. Su forma de intentar narrar sin palabras, su apartado artístico y su banda sonora, son tres pilares que hacen de este título un juego robusto. Quizá al principio cueste familiarizarse con él y se tarda algo más de lo debido en cogerle cariño pero una vez lo asimilas, sin duda es una historia que invita a desconectar y dejarse llevar.