Si habéis pululado por internet en los últimos meses, aunque no os interese Pokémon en absoluto, os habrá llegado algún meme relacionado con esta saga y España. Desde luego, es un auténtico orgullo ver las referencias e inspiraciones que van tomando de tu tierra para crear una aventura sencilla pero divertida. Tener un Pokémon oliva es una victoria histórica que no nos quitará nadie. ¿Existe acaso el Pokémon baguette? Touché, nunca mejor dicho.
Bromas de lado, estamos hablando de una franquicia enorme que cada año se expande con nuevos títulos y experiencias. Puede que hayas llegado hasta aquí por Unite, por el Pokémon Go o incluso por el anime. Quien sabe. Pero deberás saber que los títulos de la llamada línea principal siempre despiertan muchas ilusiones (y decepciones) entre los jugadores. Llevamos ocho generaciones a las espaldas llenas de altos y bajos. Pero es sentir el inicio de una nueva y no puedo evitar llenarme de ilusión y esperanza.
Luego llegarán los pozos llenos de gozos, las decepciones y las ausencias inexplicables. Junto a una serie de sorpresas, novedades y mecánicas curiosas. Yo al menos he logrado encontrar un poquito de todo en cada entrega. Con este nuevo trailer, Gamefreak ha sabido ponerme los dientes largos con las diferentes posibilidades que tendremos en Paldea, a la que estoy contando los días para poder explorar.
Ahora bien, como aficionado que soy de esta saga, tengo mis preferencias. No pretendo cincelar frases en mármol o sentar cátedra. Al final del día, cada uno vive estos títulos de una forma diferente y todas son respetables. Con estos cinco puntos, solo quiero exponer ciertos miedos que tengo hacia Escarlata y Púrpura. Algunos más fundados que otros, pero todo nace de mis ganas por querer vivir la mejor experiencia posible. Si alguno de estos deseos queda escuchado, me daré por satisfecho. Y si son los 5, pues compraré lotería.
Villanos: El carisma como última esperanza
Antes de ver el último trailer este punto estaba redactado de forma muy distinta. Espada y Escudo nos habían dejado a muchos un mal sabor de boca en el tema de los villanos, un elemento recurrente e importantísimo para la saga. Aquel Team Yell tenía más de curiosidad, por la inspiración que tomaba de los hinchas futbolísticos, que de personajes con entidad propia. Y el giro final del verdadero villano digamos que muchos lo vimos venir.
Históricamente, la saga ha pinchado en algunas generaciones con su elenco de antagonistas, en contraposición a otras que gozaban de unos personajes brillantes. Pedir la excelencia sería lo obvio, pero me apetecía ver a Gamefreak atreverse con un concepto algo diferente. Quizá volver a jugar la carta de los malos con parte de razón, cambiar la estructura de jefes y reclutas o incluso volver a contar con dos grupos enfrentados.
Digamos que no es el caso. Podría parecer que me ha caído una jarra fría de dura realidad… pero me gustan las adversidades. Como ya sabemos, en esta generación contaremos con un grupo de alumnos rebeldes que harán la vida imposible al resto, que buscan completar su trabajo de la escuela. Con un estilo muy desenfadado y gamberro, el equipo Star parece que tomará territorios en su nombre montando una especie de bases en las que tendremos que librar combates para recuperar el espacio.
De primeras, el concepto logra diferenciarse lo suficiente como para que tenga ciertas ganas, no os voy a mentir. Es una dinámica que, junto a la vuelta de los dominantes, puede traer un poco de aire fresco a la franquicia. Por otro lado, el estilo tan desenfadado de los malévolos alumnos creo que encaja bien en el tono general del nuevo juego: Una especie de vuelta a los orígenes donde no eres más que un niño explorando un mundo emocionante y desconocido, donde los peligros están a tu nivel.
Por ello, ya que es tarde para jugar la carta de los villanos competentes y complejos, vamos a pegar un giro de volante. El aura que desprenden me recuerda al hilarante Team Skull de las aventuras de Alola, que con sus frases anticuadas me lograban sacar más de una sonrisa. Aunque sencillos, lograban alzarse como una pandilla tonta pero que no cansaba, que se guardaba un par de giros curiosos con su líder y que desentonaba porque era parte de la gracia.
Ahí es donde quiero ver yo a este nuevo Team Star: Robándose el escenario por completo. La primera líder de la banda apunta maneras para ser un personaje con muchísimo carácter y exagerado. Su diseño ya es una buena señal de esto. Eso es lo que les pido, ni más ni menos. Un grupo de maleantes que trasmitan la sensación de ser los que se sientan al final de la clase y hacen novillos
¿Son absurdos y ridículos? Perfecto. Pero que lo sean hasta el fondo. Que tengan buen timming cómico. Que den pie a escenas hilarantes de las que te acuerdes luego. Que su localización esté a la altura de las expectativas, utilizando expresiones de aquí. En definitiva, que se roben nuestro corazón por su irradiante carisma y que no queden relegados a un grupo paródico sin gracia más allá de la broma.
Teracristalización: Dejadnos exprimir todo su potencial
De un tiempo a esta parte, los juegos de Pokémon han comenzado a diferenciarse por las innovadores mecánicas de combate que introducen en cada entrega. Cuando la saga aterrizó en 3DS pudimos vivir con fascinación la llegada de las Megaevoluciones, que supuso una nueva capa para tener en cuenta para nuestras estrategias. Un grupo selecto (y reducido) de Pokémon de pronto podían tomar una forma alternativa más poderosa con la que cambiar las tornas del encuentro.
Con el tiempo, podemos decir que el concepto se ha ido cambiando, mezclando y puliendo. Los Movimientos Z también requerían de un objeto especial el cual equipábamos, pero ahora era accesible para todo el mundo (gracias a dios) y nos permitía crear una ventaja nueva gracias a un poderoso ataque. Por último, los Dynamax llegaron para limitar y expandir las posibilidades de dicha mecánica, que ya no requerían de objeto y reforzaban todos los ataques por igual.
En resumen: Una opción nueva para tener en cuenta en los enfrentamientos y un nuevo sistema a exprimir para la gente del competitivo. Con este nuevo añadido, siento que Gamefreak quiere lanzar un guante a las personas que ven Pokémon como un juego táctico y serio. Ya que la posibilidad de cambiar de tipo a fin de reforzar ataques o cubrir resistencias suena menos emocionante para el público convencional. Pero muy jugoso para el público que plantea estrategias a largo plazo.
La cosa ya no va de hacerse muy grande o cambiar de forma. Dejamos los efectos especiales a un lado para añadir una dinámica que pone patas arriba los cimientos del combate. Que cualquier Pokémon pueda cambiar su tipo en cualquier momento y por el resto del encuentro hace temblar solo de pensar en las posibilidades que ello implica.
Criaturas con estadísticas de tanque que contaban con una mala combinación de tipos van a pasar a ser viables en esta nueva entrega. Pokémon poderosos pero que veían sus fuerzas mermadas por un tipo secundario inútil van a poder brillar otra vez. O locuras aprovechando habilidades que ya de por si anulan los efectos de un tipo concreto.
En esencia: La mecánica más interesante que hemos tenido nunca en la saga a nivel de opciones para cambiar las tornas del combate. Por ello, mi deseo respecto a esto es bien simple. Gamefreak, por favor, no nos cortéis las alas.
La mecánica es tan interesante que me resulta demasiado bonito para ser cierto. Con las Pokédex que no llegan completas y los nerfeos que sufren ciertas habilidades, casi puedo predecir lo que podría suceder si esta poderosa herramienta se deja sin control. Y por tanto, la compañía metería mano para que estas combinaciones de escándalo sean menos habituales de lo que debería.
Entiendo que quieras velar por la salud del competitivo, de verdad que sí. Pero para ello tienes métodos tan sencillos como una lista de normas básicas para todo aquel quiera competir. Puedes limitar el uso de determinados Pokémon, habilidades o tipos a placer para que los torneos sean justos y orgánicos. Lo que no es justo es que un jugador que se divierte en solitario tenga que ver limitas sus posibilidades de experimentación porque desestabiliza un modo que no probará.
Gamefreak, has puesto en nuestras manos una herramienta emocionante y brillante (nunca mejor dicho) con la que podemos hacer magia. Deja que la gente juegue con ella sin limitaciones. Por cada bicho rotísimo que la gente invente, saldrán counters, estrategias y alternativas. Por fin podremos jugar con Pokémon extraños y realizar jugadas imposibles dignas del anime, cambiando los tipos en un momento clave. Dejad que la gente juegue y sea feliz.
Multijugador: Basta de limitaciones arcaicas
Tenemos confirmado desde hace unos cuantos meses que esta nueva entrega apostará por un modo multijugador mucho más interesante. Y me encanta. La idea de recorrer Paldea con mis amigos a lomos de los Pokémon moto me hace muy feliz. Compartir una aventura tan colorida y distendida con ellos siento que será una nueva forma totalmente diferente de experimentar este juego.
Eso si Gamefreak nos deja, claro.
Porque muy a mi pesar, su historial en estos conceptos me hace arquear una ceja de forma poderosa. Dejando de lado el patético servicio online que ofrece Nintendo, ni si quiera me estoy refiriendo a la estabilidad en sí de la conexión. La experiencia online abarca desde la búsqueda de amigos hasta las opciones que tengamos una vez visitemos la partida del otro jugador.
Ahí es donde tengo serias dudas sobre esta nueva mecánica. Ya sabemos que podremos intercambiar y combatir con ellos (lo de siempre) además de recorrer la región. Ahora bien… ¿Qué podremos hacer allí? ¿Si capturo Pokémon en la partida de mi amigo, me los puedo quedar? ¿Y si recojo objetos? ¿Puedo jugar a dobles con él en los combates contra los dominantes para tener ventaja? ¿Podré dialogar con los NPCs y avanzar en la historia mientras juego con él?
Parece una tontería, pero un mal modo multijugador me haría replantearme el hype que tengo respecto al juego. Si cuando vaya al mundo de mi amigo voy a ser prácticamente un fantasma que está ahí pululando sin más… ¿Para que añadirlo en un primer lugar? Y si encima toca pasar por menús engorrosos, códigos largos o movidas similares, apaga y vámonos.
No solo tienen que ir con especial cuidado a la hora de diseñar los menús o las formas de establecer las conexiones. Quiero que sea divertido y que tenga sentido visitar la Paldea de mi compañero para explorarla junto a él. Sentir que parte del viaje lo hemos vivido juntos haría que todo el título tomara un cariz diferente. Nos merecemos una verdadera experiencia multijugador que vaya más allá de hacer cuatro tonterías y participar en las raids como en la anterior entrega.
Jugabilidad: La crianza debe evolucionar también
Si dejamos los gráficos de lado, Pokémon Leyendas: Arceus nos pilló a todos con la guardia baja gracias a que hacía gala de un apartado mecánico renovado casi al completo. Cambió la forma de que teníamos de comunicarnos con el juego y sus mecanismos más básicos, haciendo que todo fuera una pequeña sorpresa a cada rato. Y si a eso le añadimos una serie de mejoras de calidad de vida tan prácticas (como el sistema de aprendizaje de ataques o de evolución) nos crea un cóctel perfecto para el triunfo.
Evidentemente, Leyendas eran un spin-off con un carácter más experimental y esta nueva entrega no deja de ser un juego principal, con todo lo que ello implica. Por fortuna, hemos heredado un buen puñado de dinámicas de aquella Hisui que nos dejó a todos encantados. Creo que no somos conscientes de lo que cambiará nuestras aventura al plantearla como un mundo abierto, sin rutas y siguiendo el orden que nosotros queramos.
Aunque siento que Gamefreak peca de dar un pequeño paso hacia delante en algunas cosas y dos hacia atrás con otras. Las mejoras de calidad de vida que comentaba el principio, por ejemplo, ya se sabe que no estarán con nosotros en Paldea. ¿Tiene sentido? En absoluto. Pero así son las cosas. Y siendo consciente de esto, quiero usar uno de mis deseos para pedirles un paso adelante, sin retrocesos, en un apartado que está gritando por una renovación.
Por el amor de dios, vamos a cambiar la crianza de una vez por todas. La broma ha dejado de tener gracia hace muchos años. La gente quiere dejar de poner cosas raras en el joystick para que el personaje de vueltas abriendo huevos. El concepto en sí que tiene Pokémon de la genética tiene su punto, vale. Pero no puede ser que para tener un bicho con un poco de enjundia tengas que hipotecar media salud mental jugando al ajedrez 4D con una guardería.
Y lo que más rabia me da es que parece que son perfectamente conscientes de que a nadie le gusta y de que es un suplicio de manual. En cada generación, sin faltar, añaden un buen puñado de objetos y habilidades para facilitarnos las cosas. Mentas para cambiar la naturaleza, objetos para heredar habilidades… Pequeñas tiritas que son un alivio que sirven de nada para la herida abierta supurante que es este sistema.
Ya no hablo de lo que supone para la gente que quiere jugar de manera competitiva, porque para ellos esos sistemas ni existen y resulta más fácil piratear a los Pokémon con herramientas externas. Y no les culpo. Pero desde el punto de vista del jugador casual… ¿Qué necesidad hay de seguir sufriendo? Entiendo que no des libertad completa para tener el Pokémon perfecto, de acuerdo. Pero ya tienes un sistema de grindeo integrado como son las incursiones para obtener criaturas poderosas. No cuesta nada añadir otra capa de jugabilidad que me permita obtener materiales con los que forjar a mi compañero ideal (o decente al menos) sin dejarme media vida por el camino.
Eventos: Los límites de tiempo no mejoran la experiencia
Es probable que muchos no estemos de acuerdo, pero el concepto de las incursiones me parece uno de los mejores que ha añadido Pokémon en toda su historia. Podemos discutir sobre los detalles de su implementación, que tiene muchas aristas por pulir. Pero es una forma sencilla de darnos un reto diferente que completar con nuestros amigos y llevarnos una jugosa recompensa.
Ahora bien, todo esto lo digo con un poco de rencor que no he terminado de curar nunca. Como persona que se unió a la Switch tarde, no pude disfrutar de la octava generación de salida con todo el mundo. Y, por lo tanto, Gamefreak consideró que era un usuario de segunda y que me iba a dar una experiencia peor por no unirme a la fiesta a tiempo. Gracias.
Entiendo que en los tiempos que corren, el valor de un juego aumenta exponencialmente en función del contenido que puedas agregar a la mayor constancia posible. Una Galar en la que nunca pasara nada no es tan divertido y por ello toca rellenarla con incursiones de Pokémon raros que te duran unos cuantos días. Repito: Entiendo el porqué de estas decisiones. La industria del videojuego ha cambiado mucho desde la época de la Game Boy y toca asumir que hay cosas a las que no podemos dar marcha atrás.
Pero es que este problema no viene de ahora.
Quizá a muchos os sonará a marciano todo lo que voy a contar, pero os aseguro que fue uno de mis peores dramas de la infancia. En la cuarta generación de Pokémon el plantel de legendarios dio un salto de calidad y cantidad sin precedentes. Añadieron un montón de criaturas curiosas que podíamos capturar durante nuestra aventura. ¿Os acordáis de Darkrai, Shaymin o Arceus? Probablemente sí. Pero los tres son Pokémon que, en su momento, sólo podías obtener si conectabas la consola a internet en unas fechas concretas. De esa forma, obtenías un objeto especial que te permitía encontrarte con ellos porque, sorpresa, estaban en tu cartucho desde el principio pero tú no lo sabías.
¿Os podéis imaginar la rabia que sentí con 7 años al enterarme de todo eso? Por no hablar de cuando a Nintendo le daba por montar carpas en la playa de ciertas comunidades autónomas y tenías que desplazarte hasta allí para conseguir un puñetero Deoxys que ya te estaba esperando en el juego.
La cosa pensaríais que ha cambiado con los años, pero la realidad es bien distinta. Ahora no tenemos eventos presenciales, pero los legendarios nos llegan a través del wifi por tiempo limitado. Aún recuerdo cuando me tocaba pasarme por las tiendas en la época de XY para conseguir folletos con códigos que me permitían conseguir a Diance. ¿Te has comprado hace poco el remake de cuarta? Primero, lo siento por ti. Segundo, olvídate de conseguir a Darkrai porque se trataba de un evento limitado que terminó hace poco.
Escarlata y Púrpura deben dar un paso adelante en este aspecto. Entiendo que quieras añadir eventos para que la gente tenga un pequeño incentivo por el que conectarse cada día. Pero con el DLC de Nieves de la Corona añadieron un buen puñado de legendarios que podías obtener jugando a tu ritmo. Todos aplaudimos esa decisión, como no podía ser de otra forma. ¿Porqué no ibas a repetir la misma jugada?
Queremos sentirnos como jugadores de primera y no tener un ojo puesto a cada noticia para no perdernos al bicho de turno que toque repartir. Por favor, haced que el sufrimiento de ese niño de 7 años haya merecido la pena.
Ingeniero informático en proceso y juntaletras frustrado. Estoy en la tripulación para narrar mis desventuras como jugador y divagar sobre esta preciosa industria. Sí, me gusta FFXIII y ME: Andromeda. No me escondo.