Durante mi Infancia muchas veces me limitaron el acceso a los videojuegos, con el argumento de que me dejarían «idiota»; qué equivocados estaban. Ahora, hay estudios, análisis, pruebas y hasta clases en las que se abordan o se emplean los videojuegos para que las personas adquieran conocimientos. Por ello, 30 años después de que abrí las puertas de este increíble mundo puedo decir que no he quedado «idiota»… bueno, al menos no por haber tomado entre mis manos el control de una consola, pero quizá sí por otras cosas.
Actualmente hay videojuegos y simuladores para todo: pintar, escribir, recorridos por museos, música, baile, yoga, box, zumba, aprender sobre historia, matemáticas y hasta de exploración espacial. Cada uno de estos temas se puede abordar en los juegos que tenemos para consolas, PC o el teléfono móvil. Y, aunque no nos demos cuenta, siempre vamos a adquirir conocimientos y habilidades nuevas.
Incluso, los videojuegos pueden tener un impacto positivo en nuestra salud, esto de acuerdo con un estudio de la Universidad de Iowa (Estados Unidos), que desde el 2012 dio a conocer que las personas mayores a 50 años que jugaban videojuegos mejoraban sus capacidades cognitivas, además de que ayudaban a retrasar hasta siete años el envejecimiento del cerebro.
Lo anterior fue presentado por el profesor Fredric Wolinsky, de salud pública de la Universidad de Iowa y principal autor del estudio publicado en la revista PLOS One, luego de que en su investigación se analizaron a 681 personas, quienes al ser puestos a jugar frente a una computadora durante un determinado tiempo, se pudo concluir que los videojuegos ayudan a mantener activo durante mayor tiempo tu cerebro.
Una herramienta didáctica
Los videojuegos también han servido para simular escenarios y de esta forma preparar a las personas en su trabajo. Por ejemplo, estudiantes de la Escola Pia de Catalunya desarrollaron un juego para el cuerpo de bomberos, en el que se simulan escenarios de riesgo y accidentes, con el objetivo de dar una mayor preparación y que los elementos tengan una respuesta eficiente al momento de cumplir con su labor.
Y si en este punto del texto aún tenemos dudas sobre la importancia educativa de los videojuegos, pondré un ejemplo más: hace unas semanas Ubisoft regaló sus títulos Discovery Tour: Ancient Egypt y Discovery Tour: Ancient Greece, en los que el jugador puede conocer la historia de estas dos importantes civilizaciones. Para la realización de estos juegos, los desarrolladores tuvieron que leer, estudiar y analizar libros enteros, con el objetivo de que el usuario fuera trasladado a aquella época, conocer sus costumbres, sus oficios, su economía, arquitectura, todo con el objetivo de divertirse mientras se aprende.
Hace algunos años cuando salió Rock Band: The Beatles y tuve oportunidad de jugarlo logré algo impensable: que a mi sobrina de 13 años le gustara la música del cuarteto de Liverpool. Si bien, esta idea a muchos no les gustará y hasta la criticarán, estoy seguro que con esta aportación amplié su bagaje cultural.
Todos hemos soñado en algún momento con ser estrellas de rock, incluso con cantar y tocar en una banda. Bueno, todo eso fue posible gracias a este género que surgió hace algunos años para las consolas, en el que podíamos «interpretar» las canciones de nuestros ídolos sólo con tocar unos botones o hacernos del micrófono y cantar frente a una pantalla con nuestros amigos como público.
Cultura del videojuego
Con todo esto, sólo quiero poner como ejemplo la manera en que nuestra creatividad se hace realidad de alguna forma gracias a los videojuegos y que en algunos de los casos nos da el coraje para experimentarlo o estudiar algo de manera profesional.
Desde hace algunos años los estudios independientes impulsan los valores y el cuidado del medio ambiente. Estos títulos tal vez no han sido tan exitosos como Fortnite o Call of Duty, pero han llegado a destacar y llegar a unos cuantos millones de jugadores en todo el mundo. Un ejemplo de esto es el título Island Saver, desarrollado por el banco británico NatWest, en el que debes limpiar, reciclar y ayudar a la fauna de varios ecosistemas, tras quedar contaminados y sucios.
Otra muestra de lo anterior fue que en evento Wholesome Direct Games, llevado a cabo el pasado 26 de mayo, varios de los títulos independientes presentados tenían como tema principal la adopción de mascotas, así como la interacción y el cuidado de nuestro entorno.
Desde mi punto de vista, no importa la clase de videojuegos que le gusten a los gamers, pueden ser desde los más básicos hasta lo más complejos, lo importante es que los disfruten e intenten aprender algo nuevo, ya que cada historia y cada pixel contienen una enseñanza que debemos descubrir y usar para nuestro bien y para mejorar este mundo en el que todos vivimos y jugamos.
Ávido lector, cinéfilo y fanático de The Beatles. Adicto a los videojuegos desde hace 30 años. Seguidor incansable de Resident Evil y en espera de que todos nos convirtamos en zombies.