Es harta conocida la rajada de John Benjamin Toshack, que aludía a la amarga impotencia de no poder cambiar el rumbo de un equipo a base de mandar jugadores titularísimos a la banca. Esta frase fue recogida por la prensa española de cara a la Eurocopa de 2008, enfatizando que, por muy bien que se jugase, el físico faltaba y el fútbol es físico, físico, físico, suerte y algo de talento: hablaban de “los 23 cabrones de siempre”, cifra que cada Selección nacional tiene que llevar a torneos internacionales. No hace falta entrar a comentar qué ocurrió ese año 2008.
“Los lunes pienso en cambiar a diez jugadores, los martes a ocho, los jueves a cuatro, el viernes a dos, y el sábado ya pienso que tienen que jugar los mismos cabrones de siempre”, John Benjamin Toshack
Desde entonces ya no veía fútbol, sino que lo observaba y estudiaba. Intenté aplicar la filosofía de juego que todos llevamos dentro a los simuladores de fútbol del momento, así que puede decirse que Pro Evolution Soccer 6 fue mi primer simulador balompédico. Desde aquel entonces, solo di el salto a FIFA 12, tras exprimir el título de Konami hasta sus últimas consecuencias. La entrega de Electronic Arts tampoco me satisfizo: no encontraba el simulador de fútbol del que tanto se hablaba en las webs de videojuegos. Estas y otras razones me llevaron a escribir «PES 2021, los 23 cabrones de siempre».
Con una generación de videoconsolas al borde del vencimiento, opté hace un par de semanas por comprar e-Footbal PES 2021 – Season Update (PES 2021 a partir de ahora) para comprobar si realmente esta saga de Konami era tan simulador como los jugadores y amantes del fútbol más cafeteros aseveraban. En este artículo, «PES 2021, los 23 cabrones de siempre», podréis descubrirlo.
Simulación virtual de fútbol: la utopía
Creo que el jugador de videojuegos y amante del fútbol es plenamente consciente de que jamás habrá un simulador total del deporte rey. Es imposible, pero lo importante es que los estudios encargados de esta labor, la de producir simuladores futbolísticos, sean capaces de transmitir las sensaciones de un partido de fútbol real. Seré breve: PES 2021 es un excelente simulador, quizás el mejor que se ha creado jamás, y creo que cuento con la suficiente perspectiva como para afirmarlo. No devoro los títulos anuales, sino que dejo reposar años y años hasta lanzarme hasta el siguiente, como ya he comentado.
“Lo importante no es tener el balón, ni pasárselo muchas veces, sino hacerlo con una intención”, Pep Guardiola en Herr Pep
¿Por qué considero que PES 2021 es el simulador futbolístico? La respuesta está más arriba, esto es, transmite a la perfección lo que supone jugar un partido de fútbol. Ni más ni menos. No niego sus defectos o eludo la complacencia de Konami para con su saga estrella (de las pocas que sigue en activo, por cierto), mas valoro lo que aporta y no lo que me gustaría que aportase. A la hora de intentar recrear el fútbol que tengo en mi mente, PES 2021 me permite llevarlo a cabo. Y os puedo asegurar que no hay nada más delicioso.
En un momento dado
Mi forma de comprender el fútbol consiste en comenzar la jugada desde atrás, cuidando la transición ofensiva mediante una sucesión de pases calculados y arriesgando lo mínimo. Pero una vez que el balón llega al mediocampo, los centrocampistas deben asumir riesgos para intentar romper las líneas rivales. Sin embargo, ello no siempre es posible, por lo que hay que bascular hacia una banda u otra. La finalidad de los pases no es tanto un ejercicio de arrogancia estética como de desorganización: gracias a la sucesión de pases, las líneas del otro equipo quedan desordenadas, sobre todo si tenemos en cuenta que se suele defender al hombre y no en zona. O era así antes de la “Revolución Pep Guardiola” iniciada en agosto de 2008.
Gracias a esta desorganización orquestada a base de pases entre los centrocampistas y los laterales adelantados y pegados a banda, es más fácil filtrar balones por el centro o lanzar centros al área. Esto que afirmo no es ningún secreto revelado, sino que es la iniciación básica en cualquier actividad competitiva: gracias a los movimientos de diversión, el rival atrae su atención hacia algo en concreto, inconsciente de lo que está ocurriendo realmente.
“No están colocados (los jugadores) en esas posiciones ni siquiera en el saque inicial”, Juanma Lillo sobre las formaciones.
Pero para atacar también hay que saber defender. Mi visión de la defensa en el fútbol es una síntesis entre la defensa al hombre y la guarda de la zona indicada. Esto es así porque la defensa al hombre es sumamente débil frente al fútbol posicional mientras que es fuerte contra el fútbol de espacios; la defensa en zona, por su parte, está orientada a defenderse contra el ataque posicional en constante movimiento y contraindicada para frenar un fútbol de espacios.
En resumen, empiezo la jugada con el portero pasándosela a uno de los dos centrales, los cuales se abren a los costados como en fútbol sala. Los centrales orientan su cuerpo hacia el centrocampista, el cual se incrusta entre ellos como si de un tercer central se tratase para calcular hacia dónde ha de ir la jugada. ¿A los laterales abiertos o hacia los interiores? Depende del rival. Del medio campo en adelante, las piezas (los jugadores) se mueven constantemente, metamorfoseando la transición ofensiva en una líquida. La transición defensiva, a su vez, ha de evitar que se surjan espacios entre líneas, cavando trincheras alrededor y dentro del área. Aquí defiende hasta el último jugador, evitando en la medida de lo posible las contras y el “correcallismo”. Quiero la pelota, transiciones ofensivas controladas y transiciones defensivas equilibradas.
Jugamos para ganar
“Ganar, ganar y volver a ganar”, Luis Aragonés.
Nadie ha de llevarse a engaños: no antepongo mi idea de juego en cualquier situación. La competición balompédica, como en todas las competiciones, exige saber adaptarse. Si el rival me roba la pelota o me priva de ella continuamente, no dudo en meter “el autobús”. Meto hasta seis defensas en el área, dejo descolgados al mediapunta y al punta para provocar posibles contragolpes, mientras que con los otros dos jugadores restantes, normalmente los centrocampistas interiores, me dedico a incordiar el ataque del otro equipo.
Nadie ha de llevarse a engaños (bis): en el fútbol se juega para ganar. Muchos gurús del fútbol hablan de jugar bien, que eso es lo importante, mientras que lo secundario es ganar. Eso es completamente mentira, pues lo ideal es jugar bien, imponer tu idea de juego, y ganar. Pero si no se puede jugar bien, ha de ir uno a ganar. Como sea, y es una idea capital en «PES 2021, los 23 cabrones de siempre».
Conclusión
Si sois de los que jugáis año tras año a los títulos de fútbol de Konami y Electronic Arts, quizás PES 2021 no contenga las novedades suficientes para adquirirlo, aun habiendo salido a precio reducido. Es algo que he dejado claro en «PES 2021, los 23 cabrones de siempre». No obstante, para lo que dosificamos nuestras compras y deseamos emular este deporte en un videojuego, solo puedo aseguraros una y mil veces que PES 2021 merece completamente la pena porque te permite crear realidades futbolísticas. No es poca cosa.
Un oso (jacoso) varado en una isla de monos.
El juego no me atrae. Es demasiado caro y no muy divertido. Prefiero jugar FootballTeam. Este es el administrador de fútbol en línea. El juego es muy interesante y da mucha diversión. Recomiendo jugar: https://footballteamgame.com/la