Skul, un esqueleto al servicio del rey ha visto desaparecer todo su mundo ante sus ojos. Los terribles humanos han arrasado a sus amigos y ahora clama venganza. Pero, ¿qué puede hacer un simple esqueleto contra un ejército enorme?
Desarrollado por SouthPAW Games y distribuido por NEOWIZ, nos llega una aventura roguelike, en el cual seremos el héroe más antihéroe de todos los tiempos, un simple esqueleto trabajador.
Más roguelike, siempre es bueno
La historia de Skul es algo totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados en el género de los roguelike o de los RPG. No es algo trascendental, ni profundo, ni creo que vaya a cambiar el género, pero es de agradecer que las desarrolladoras se arriesguen a probar cosas nuevas o dar vueltas de tuerca a los tópicos.
En medio de la eterna lucha entre el bien y el mal, humanos y otras razas puras, contra los terribles monstruos; el héroe del mundo lanza un poderoso conjuro que arrasa por completo a todo el reino de los monstruos. En el reino de los monstruos, donde vive nuestro protagonista, únicamente ha quedado viva una bruja que resucita a Skul, un simple esqueleto, para que rescate al rey de los Monstruos, salve a los pocos supervivientes que queden y retorne la gloria que el reino tenía antaño.
El juego nos propone un sistema de runs en las cuales controlaremos a nuestro protagonista, enfrentándonos a hordas de enemigos para poder rescatar al rey. Las partidas tienen una estructura simple basada en pequeños mapas, que deberemos limpiar de enemigos para poder continuar. Después de varios mapas, nos encontraremos con un boss muy poderosos, que nos lo hará pasar mal si queremos avanzar.
Es cierto, que en la versión que nos han permitido probar, no existía ningún tipo de progresión, por ejemplo, después de cada run, resucitábamos al inicio sin ninguna mejora obtenida. Elemento clave de los roguelikes, pero los desarrolladores ya han realizado varias indicaciones de como va a ser la mejora del personaje para que cada vez sea más fuerte u obtenga nuevos poderes, y apunta maneras.
Pixel art + roguelike = apuesta segura
El mundo de Skul está plasmado en unas bellas piezas de pixel art, que són realmente impresionantes. Desde campamentos de guerreros a bosques frondosos, el viaje de Skul es precioso, cada detalle de los mapas y de los personajes, tanto amigos como enemigos, está cuidado al detalle; dejando en evidencia a aquellos que dicen que los juegos con pixel art no requieren de tanto trabajo para parecer bien hechos.
Se nota que en el diseño de personajes se ha dedicado mucho tiempo, dado que gozan de muchos detalles para que la experiencia sea lo más bonita posible, visualmente hablando. A destacar los efectos de las habilidades especiales, que sacan a relucir el potencial que tiene el diseño del juego para que un conjunto de pixels no tenga nada que envidiar a las grandes producciones triple A.
Los grandes guerreros, resucitados
La tarea de salvar al rey de los monstruos no es tarea fácil, pero por suerte, Skul no va a estar solo. En nuestras aventuras, nos iremos encontrando con guerreros que han caído en la guerra contra el bien, pero que nos ayudaran en las batallas. ¿Cómo?, es la gran pregunta. El gran sistema por el que destaca Skul es su sistema de calaveras, es posible obtener una calavera de algún guerrero de nuestro ejército caído, intercambiarla con la nuestra y obtener sus poderes. En Skul podemos manejar hasta un límite de dos calaveras e intercambiarlas a nuestro gusto en cualquier momento, por ejemplo, una calavera de un mago de fuego o una calavera de una gárgola voladora. Al ser todo generado de forma procedural, nunca sabremos que calaveras encontraremos o a que enemigos nos enfrentaremos, así que lo ideal es ir cogiendo todas las calaveras que veamos, para poder maximizar nuestro poder.
Más allá de ser transformaciones de personajes, cada una tiene un set de movimientos diferentes, por ejemplo, el samurai camina mucho más lento, pero su espada es mucho más poderosa que el resto. Y también tienen habilidades especiales que podremos usar, por ejemplo, el Berserker permite dar un salto enorme para golpear el suelo; por lo tanto, probar todas las transformaciones y dominarlas, es uno de los grandes retos del juego.
Skul aún tiene un largo camino por recorrer, pero apunta a ser una de las sorpresas de este 2020, dado que el género roguelike está en auge y es un juego muy divertido, tanto por el ir avanzando y ver más de este bonito pixel art; como el ir probando combinaciones de personajes para ver formas diferentes de abordar los diferentes combates que nos presenta el juego. Le seguiremos la pista muy de cerca, pero… ¡Cuidado no se os caiga la calavera!.
[…] Artículo original publicado en Isla de Monos […]