En un todavía escaso catálogo de PlayStation 5, el remake elaborado por Bluepoint Games es el encargado de llevar el estandarte principal de la nueva consola de Sony en este inicio de generación.
No es poco el tiempo que se llevaba especulando con la posibilidad de la vuelta en forma de remake del título en el que nos centramos en este artículo. Recuerdo con claridad el clamor que este alcanzó a finales de 2019 con unas declaraciones de Colin Moriarty; a cerca de un nuevo proyecto del estudio Bluepoint Games al estilo del que realizaron con Shadow of the Colossus. El rumor pasó rapidamente a ser casi una afirmación entre la comunidad de jugadores, y es que hablar de Demon’s Souls (y sobre todo su legado) son palabras mayores.
El juego de PlayStation 3 que comenzó como un título considerado de nicho, consiguió con su etiqueta de «alta dificultad» el interés de un gran número de jugadores; y dió ese primer paso en la construcción de este sello de calidad que actualmente gozan los títulos de la saga «Souls«. Un legado que ha alzado a Hidetaka Miyazaki como uno de los directores más respetados; y a From Software como una de las compañías desarrolladoras cuyos juegos desatan más ganas entre la comunidad de jugadores.
Finalmente no fue hasta el evento de presentación de PlayStation 5 de Junio de 2020 cuando Sony decidió confirmar la vuelta de la mítica primera obra del glorificado desarrollador japonés; el cual no estaría a los mandos del proyecto sino que este recaería en los hombros de Bluepoint Games, como ya se estaba especulando. En un largo vídeo de presentación (más de una hora) donde la estrella fue la presentación de la nueva PlayStation 5 al final del mismo; Demon’s Souls Remake se alzó como otro de los grandes momentos de interés de la fiesta de Sony.
Junto a Kena Bridge of Spirits, Demon’s Souls Remake fue el juego que más me llamó la atención en dicho evento. El amor por la saga Souls y mi predisposición a los juegos de acción y aventura en tercera persona con toques de rol; hacían que este título fuese uno de los que marcase en mi lista de obligada compra. Además, unido al innovador diseño de PlayStation5, este juego fue el que mayor impresión de salto de generación me transmitió.
El trailer de presentación me pareció una auténtica brutalidad visual; en mi opinión fueron colores, texturas y detalles de una calidad que hasta ahora no había visto en la saga. Por ejemplo, no hay color entre el enemigo esqueleto que se mostró y los que hasta ahora habíamos visto en Bloodborne o Dark Souls 3. El apartado gráfico parecía haber dado un gran salto, y podíamos verlo en cada enemigo o rincón del escenario mostrado.
Estos dos factores unidos a que un servidor aún no había jugado al Demon’s Souls de PlayStation3, el original; hicieron que me quedase con la boca abierta al ver el diseño de los posibles jefes del juego que aparecían en el trailer. Dragones, caballeros y otras criaturas. No había dudas, no había otra opción, el día que llegase PlayStation5, lo haría junto a Demon’s Souls Remake.
A parte de la elección típica de la clase y el diseño de tu personaje que existe en los Souls, aquí debemos tomar una decisión a cerca de como jugar: en modo rendimiento o modo cinemático. Tranquilos, se puede cambiar en cualquier momento, todas las veces que queráis. El modo rendimiento te premiará con tasas de 60 fps y 4K dinámico, mientras que el cinemático lo hará con 4K nativos y 30 fps. Salvo para probar y obtener diferencias entre ambos, yo he jugado el título en modo rendimiento. Los 60 fps es algo que le viene muy bien al título, y tengo que decir que después de 27 horas y el juego terminado no he tenido ni una sola caida de fps.
Con un inicio oscuro y sencillo, típico en los Souls, el primer enemigo fuerte me mandó de un golpe al nexo casi sin darme cuenta, donde comienza el juego de verdad. Tengo que decir el concepto del nexo no me había acabado de convencer en otros juegos de la saga; sin embargo esta vez me ha ayudado bastante a mejorar la experiencia con el título. El tener desde el inicio cinco mundos distintos por donde avanzar, entre los que poder variar rápidamente hace que sea más fácil sentarse a jugar.
Ya sea porque te quedes atascado en un sitio y decidas cambiar a otro; como que no te apetezca continuar en un nivel más oscuro (tipo Valle de la Corrupción) y prefieras ir a otro más luminoso (tipo Palacio de Boletaria). Esto me sirve para hablar de la rapidez de carga del título, olvídate de ponerte a leer whatsapp cuando mueras. Como mucho te da tiempo a dar un sorbo al vaso que tengas al lado, las cargas son muy rápidas. Y un juego en el que probablemente mueras bastante, eso es algo que se agradece mucho.
Hablo de muertes, pero realmente este título ha sido el Souls en el que menos he muerto de toda la saga en mi primera partida. Seguro que influye el hecho de que tener más experiencia en este tipo de juegos te hace mejor jugador. Sin embargo, la sensación final es que a pesar de mi diferencia de nivel, este título sigue siendo el más justo y sencillo de la saga. Y eso que al principio eché en falta alguna hoguera intermedia entre el inicio de los mundos y el primer jefe. Quizás fuese porque estaba un poco oxidado en el combate Souls; o debido a que elegí un caballero y se me dan mejor las clases ágiles.
Pero ya os digo, una vez vuelves a pillar el momentum de los enemigos y el timing de tu arma es raro que te frustes en alguna zona; vas a morir en ciertas zonas, más de una vez seguramente, pero no te vas a atascar demasiado. Como todo Souls es un juego que te va a premiar cuando piensas y lo haces bien; pero sobre todo te va a castigar cuando te equivocas. Aún así, la mayoría de las veces no es «necesario» morir para aprender, si no que el peligro es algo más evidente. Sobre todo en los jefes, no es difícil aprender su arsenal de movimientos y por lo general no te atosigan demasiado con muchos ataques seguidos. Si alguien se lo pregunta, no utilicé hechizos ni milagros durante el juego; que me consta que en este título en particular hacen la experiencia un poco más asequible.
Por esta razón, considero a Demon’s Souls Remake un juego muy adecuado para iniciarse y aprender en la saga Souls. Para todos aquellos que por falta de tiempo, o por malas experiencias con la dificultad de otros títulos tengan algo de respeto a la saga; o piensen que no es un juego para ellos. Este título es una muy buena manera de adecuarse a lo que piden las obras de este saga al jugador; lo que se exige del mismo y la forma en la que deben jugarse.
Respecto al apartado gráfico poco se puede decir si conocéis ya la saga. Todo se observa muy familiar y el ambiente que se respira es muy souls. Los detalles de los escenarios están muy bien cuidados; sobre todo y como es evidente en los niveles más abiertos. Esto me lleva a pensar en una rama de comentarios que tildaba a que el mundo de Demon’s Souls Remake era demasiado luminoso para ser un souls. Si que es verdad que la iluminación en el mundo del Palacio de Boletaria (el más medieval a mi parecer de los cinco), hace que se respire un ambiente menos decadente que en la mayoría de niveles de este juego.
Sin embargo considero que esto está justificado, ya que gracias a esta iluminación podemos apreciar mayor nivel de detalle; y es en este tipo de nivel donde más destaca la potencia gráfica de este juego y ese gran cambio respecto a sus antecesores. Respecto al diseño de niveles como tal, la presencia del nexo hace que la interconexión entre mundos sea menor que en otros títulos de la saga como Bloodborne, o sobre todo Dark Souls. La banda sonora como siempre acompaña, es sútil y algo lúgubre, propicia para este tipo de juegos.
Para los amantes de las historias de la saga, nos encontramos con un juego muy fiel a ese estilo tan propio de la franquicia de From Software. Pocos personajes, poca información y todo muy escondido y muy adscrito a pequeños detalles. Como todo juego de la desarrolladora el peso de la trama aumenta según avanzas en el juego; siendo esta una de las que más me ha gustado y de las que más ganas tengo de profundizar en el lore de su mundo. Como anécdota y sin entrar en spoilers, la Prisión de la Esperanza ha conseguido transmitirme sentimientos bastante profundos; algo muy positivo a la hora de valorar una trama.
Respecto al uso de las características del prodigioso DualSense, las primeras impresiones fueron así así. Pero claro, venía de jugar horas al Astro’s Playroom, juego hecho por y para sacar todo lo que puede dar la tecnología del nuevo mando de PlayStation5. Y se nota la diferencia, mucho. Pero una vez que te olvidas un poco de ese juego, comienzas a apreciar las novedades que trae este juego respecto al uso del control. La vibración se nota bastante, sobre todo a la hora de recibir golpes, con distintos tipos de intensidad y de localización.
También se cuidan otros detalles del mando, como ser capaz de transmitirte un impacto sonoro grande (rugidos, golpes…), notar cuando te lanzan un proyectil; o cuando embebes tu arma en algún poder especial. Este último efecto me ha gustado bastante al aplicar resina o resina negra y dar a mi Claymore el poder del fuego. La vibración hace que tengas la sensación de llevar un mando en llamas. Un uso aceptable del mismo, algo que probablemente vaya en aumento según vayamos adentrándonos en esta nueva generación.
Un juego que me ha gustado muchísimo, que a pesar de haberme entrado por los ojos la primera vez que lo ví y haberme creado unas espectativas muy altas; ha sido capaz de cumplirlas con éxito, y dejarme una sensación final muy buena, siendo un juego que va a más según avanzas en el mismo. Una compra muy recomendada para los usuarios de PlayStation5, y como dije anteriormente un muy buen título para iniciarse en la saga Souls. Un juego que está a la altura de su título de exclusivo estrella de la nueva consola de Sony. Disfrutad de los videojuegos y que tengáis una entrada de año espectacular cazademonios, ¡felices fiestas!
demons souls from software playstation 5 playstation5 ps5 rpg sie Sony souls
Comentarios recientes