28 agosto 2019

Sega Mega Drive Mini – Impresiones desde la GamesCom 2019

By In Artículos, Primeras Impresiones, Retro

Aún recuerdo mi primera consola de sobremesa propia: una Mega Drive II. Por aquel entonces no conocía nada más que Nintendo hasta que quité el papel de regalo y aparecía aquella consola con Sonic en primera plana estampado en la caja. Igualmente recuerdo mi primer juego, un cartucho que incluía 6 juegos en 1: Street of Rage, Sonic, Columns, Sega Soccer, Revenge of Shinobi y Super Mónaco GP (estos dos últimos he tenido que tirar de Google Imágenes para recordarlo).

Imaginaos lo que es volver a sentir esa sensación al volver a coger el mando e ir pasando por el listado de juegos recordando cada uno de los que jugaste en su momento. Esa es la magia de estas mini consolas y la Sega Mega Drive Mini no se queda atrás. Desde el primer momento ya destaca por algo imprescindible: su catálogo.

Como en todo, los gustos personales, entran en juego y habrá a quien se le haga corta la selección y habrá quien con la mitad estaría igual de contento. En mi caso he de decir que están todos los que tienen que estar y que no hecho en falta ninguno en especial. La pantalla de selección de los juegos es bastante intuitiva con un guiño a las estanterias de coleccionistas donde, si pulsamos el botón B, se ordenan como si estuvieran en una repisa. Podremos también ordenarlos por fechas o nombre y podremos guardar hasta tres partidas dentro de cada título. Todo esto con un aspecto acorde a lo que fue la Mega Drive utilizando la malla de rayas que busca evocar el recuerdo de esta consola.

Los juegos que pude probar (Sonic y Street of Rage por eso de la nostalgia) se ven de una manera bastante fluida. Realmente estos juegos no necesitan de una potencia abismal para que funcionen pero el truco está en la forma de emularlos. Parece que Sega ha querido poner un empeño extra en que este apartado funcione como debe. Podremos también configurar el modo de visualización para los juegos (desde el menú principal) donde podremos reescalar la pantalla o dejarla original con bandas a los lados. También por si la nostalgia no estaba ya a flor de piel podremos activar un modo CRT que hará que la imagen se vea como la de una pantalla de tubo.

Con respecto a lo físico decir que el mando es igual que el original, tanto en medidas como en tacto, y la única diferencia apreciable es el color del START que ahora es gris en vez de azul. Y una duda que me surgió pero que en seguida pude aclarar fue: ¿qué pasa con juegos como Street Fighter que necesitan 6 botones?. Pues bien a parte de los dos mandos que vienen con la consola, también podremos comprar por separado uno con los 6 botones correspondientes. La consola, ya la habéis visto en vídeos e imágenes, es una replica exacta de la original pero a escala. Como en otras mini consolas todos los orificios son puramente estético y no, no se podrá meter nuestros propios cartuchos.

Con todo esto que os he contado podéis imagina como estaba yo, con el mismo mando entre las manos que hacía casi más de 20 años, recordando como y cuando juegue a muchos de los juegos del listado que trae esta consola y con una sonrisa de oreja a oreja. Lo se, soy muy simple de contentar pero volver a recordar el momento en el que me llevé a casa ToeJam & Earl in Panic on FunkoTron rebuscando en el Rastro de Madrid o lo mucho que me costaba pasarme algunos niveles del juego World of Illusion no tiene precio.

Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.

Written by Adrián Fitipaldi

Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.

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