«Amante de los zombies… y nunca había probado esta saga». Eso es lo que me iba diciendo mientras caminaba hacia el stand de Rebellion para probar su nueva entrega. De su saga madre, en este caso Sniper Elite, si que he podido jugar a varias de las entregas y es por eso que me daba curiosidad por ver como han adaptado las mecánicas de francotirador a un juego sobre oleadas de zombies.
Corre el año 1946 y Europa está en ruinas por culpa del Plan Z. Este plan, lanzado por el mismisimo Führer, ha inundado de zombies todo el continente en su búsqueda por la supremacia total. Aquí es donde entramos nosotros, un equipo de 4 valientes que tendrá que cruzar Italia entera para desbaratar los planes de Hitler y acabar con su Plan Z. Con este planteamiento tendremos que adentrarnos en Zombie Army 4 y poner todo de nuestra parte (y bastante pólvora) para evitar que nos convierten en muertos vivientes.
Esta saga va ya por su cuarta entrega por lo que tenía en mente que era una fórmula madurada. Aunque la campaña se puede jugar offline en solitario en esta ocasión probamos el cooperativo a dos (pudiéndose jugar hasta 4). El menú principal esta lleno de opciones de personalización del personaje. No sólo podremos cambiar el aspecto de nuestro jugador si no que podremos elegir su armamento, las habilidades que tiene cada arma, los accesorios que llevan e incluso los movimientos de celebración de nuestro personaje. Aunque al principio contaremos con pocas cosas que desbloquear, a medida que vayamos jugando obtendremos más recursos. Tras un capítulo entero desbloqueamos nuevos poderes y armas por lo que el progreso es bastante rápido.
El sistema de juego es el típico survival de acción donde ir avanzando poco a poco, gestionando los recursos y limpiado las oleadas para seguir continuando. De vez en cuando un zombie algo más fuerte o con una mecánica diferente para acabar con él… y a seguir avanzando. Las habilidades del juego que elijamos también serán claves y nos salvarán en muchas ocasiones. En mi caso elegí una para asestar un golpe en el suelo y electrificar; algo que sin duda me ayudó en más de una ocasión. También ha añadido una característica típica de la saga Sniper Elite como es la cámara de muerte en la que veremos como la bala traspasa el cráneo del zombie de turno.
Como soy un poco friki de los zombies no pude evitar fijarme en ciertos comportamientos de estos enemigos. Lo primero que quiero destacar es que han añadido muchos modelos de enemigos que, aunque al final se repiten, no es del todo cantoso. Lo segundo es que si les disparamos en diferentes partes reaccionan de manera diferente. Algo que me revienta de algunos títulos es que puedes dispararle en un brazo, en una pierna o en el bazo que si la animación es de estallar la cabeza le estallará. Punto positivo. Y por último destacar que, una vez tu personaje muere y estás jugando en cooperativo, este se levanta como un zombie más y ataca a tu compañero. No se es un detalle que mola bastante.
La incognita que yo tenía con este título era: ¿será útil un francotirador en un apocalipsis zombie?. Mi opinión, después de haberlo jugado, sigue siendo que no. La saga ha querido meter las mecánicas de su entrega madre en este juego pero no resultan útiles a la hora de acabar con los zombies ya que siempre hay más de 3 o 4 juntos. Al final, el escopetazo de toda la vida, sigue resultando mucho más útil. Lo intenté en la primera parte y después cambié rápidamente de armamento dejando el rifle de francotirador a un lado.
Por lo demás Zombie Army 4 tiene aún que pulir algunas cosas (todavía quedan más de 6 meses para su lanzamiento) pero es un juego para jugar con 4 amigos y echarse una buenas risas. Aunque la historia y la ambientación es seria ellos mismos están predispuestos al humor y eso es un soplo de aire fresco en el género.
Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.
