De un tiempo a esta parte las polémicas en relación con los micropagos en el mundo de los videojuegos se han convertido en el pan de cada día. Se está convirtiendo en una noticia aplaudible que un título carezca de algún tipo de sistema de monetización. Esto ha traído diferentes lecturas e interpretaciones al igual que lo son las diferentes formas de aplicarlo.
Si vuelvo a sacar este insondable tema a colación es por el espacio a debate que nos ha dejado el controvertido tráiler del modo «Mi Equipo» de NBA 2K20. Todo la discusión gira en torno al montaje del vídeo: Plagado de ruletas, máquinas tragaperras y sobres, dejando el juego de balón en segundo plano. Y para terminar de agravar el asunto todo esto se coloca en el contexto de un título clasificado como Pegi 3.
Antes de meternos en harina y tratar de desgranar este complejo tema con todos sus matices, quiero realizar un acercamiento descendiente sobre estos sistemas monetarios. Quiero ir de lo general a lo particular. Hablar sobre algunos casos de ciertos juegos para sacar una serie de hilos que terminen enlazando con el título de baloncesto del que venimos a hablar.
Tragaperras en el bar
Y es que como jugador habitual de Overwatch, con más de cien horas de juego, su sistema de cajas de botín puede ser visto desde diferentes ángulos. El famoso título de Blizzard gira en torno a sus héroes, los cuales tienes desbloqueados desde el principio. Es decir, comprarlo te da acceso completo al núcleo jugable de este. Y la diferencia entre jugadores radica en la pura habilidad.
Aquí es cuando hago la primera consideración. Ser bueno en el juego pasa por un aprendizaje personal basado en el noble arte de «echarle horas». Nada ni nadie va a ayudarte con eso. Sin embargo, toda la parte estética y de recompensas viene en forma de cajas aleatorias. Las cuales obtienes subiendo de nivel gracias a la experiencia que recibes siempre al jugar a cualquiera de los modos.
Tanto si eres un virtuoso de Tracer, como si no das una con Reaper, más tarde o más temprano vas a tener tu recompensa. Esto, de primeras, no me parece un sistema perjudicial. Puesto que funciona independientemente de la habilidad del jugador. Al igual que los propios elementos estéticos, que no tienen un impacto real sobre la partida. El núcleo jugable está a tu entera disposición puesto que has pagado por ello. Pero las cajas ya irán viniendo a medida que disfrutes de las diferentes posibilidades que te ofrece.
Pero también puedes pagar por ellas. Si el sistema se desbalancea por algún sitio es precisamente por esto. Ojo, no hablo de balance en cuanto a jugabilidad. Porque a ti como jugador no te afecta el hecho de que tu rival se haya gastado dinero y tu no. Es el hecho en sí mismo de que tengas una opción en el menú que te permita comprarlas. Haciendo que, potencialmente, puedas acabar cayendo allí. Al final, todos tenemos un héroe favorito, una skin de evento que nos vuelve loco y la carne a veces es débil.
A esto me gusta denominarlo como «el efecto de la tragaperras en el bar». Ya que tener una de estas máquinas en tu bar de preferencia, a priori, no te afecta. Ella está ahí y tu entras a consumir lo tuyo como siempre. Pero a fuerza de verla cada día, de ver como otra gente cae, está creando la posibilidad de que alguien acabe cayendo también. Generando de forma lenta y sutil un posible nuevo jugador.
Haciendo la vista gorda podría llegar a justificarlo en un título como Overwatch porque es la forma que tiene de mantenerse con una fuente de ingresos constante. Con esta época de los «Game as Service» puedo verlo como un método suave de seguir creando contenido gratuito a costa de tener este efecto tragaperras presente en el título. A fin de cuentas, los compradores llevamos años de mapas y personajes por un título que pagamos hace ya tiempo.
El tiempo es oro
La cosa es que esto entra en conflicto en títulos como Far Cry 5 o Assassin’s Creed Odyssey que son experiencias más centradas en el juego en solitario. No termino de entender la necesidad de tener una moneda premium para obtener skins o mejoras de experiencia. Y es que, de nuevo, por supuesto que puedes prescindir de ellas sin problemas. Faltaría menos. Pero si existen es porque potencialmente saben que alguien terminará pagando.
Esto se agrava cuando en AC existen los denominados “ahorradores de tiempo”. Micro pagos que te ayudan a invertir menos tiempo en el juego. Para facilitarte una experiencia por la que has pagado. Por lo que Ubisoft nos está estableciendo una relación en la que el tiempo invertido es potencial dinero para ellos. Todo esto sin tener en cuenta que el juego ya cuenta con un tipo de monetización adicional como es el contenido descargable y el pase de temporada.
Estoy seguro de que no serán necesarias las mejoras de experiencia para completar el juego. Igual lo hace más rápido, pero prescindir de ello no hará que sea imposible. De verdad que no tengo dudas. Pero me hace sospechar. Me hace pensar que han hecho un tipo de progresión diseñada para que puedas plantearte comprar alguno de estos paquetes. Y que la moneda virtual tengas que comprarla por paquetes, como si de un juego de móviles se tratase, no ayuda a reducir esta sospecha.
A toda máquina
Con estos dos ejemplos ya hemos allanado suficiente terreno como para tratar el espinoso tema de hoy. NBA 2K me parece que trata de hacer una mezcla de ambos defectos descritos arriba. Y es que los que conozcan un poco la saga sabrán que esta vertiente estilo casino no es más que una forma de otorgarte recompensas. Se elimina esa parte de micropagos, que queda reservaba a los ya socialmente aceptados sobres, quedando esto como si fuera un regalo o el premio por ganar en ciertos modos.
El problema surge cuando este regalo está envuelto en un papel envenenado. ¿Por qué usar una ruleta como forma de darte un premio? Porque quieren que vuelvas mañana a por más. Ves todas las recompensas que no has obtenido y que podrían haber sido tuyas. Quieren generarte la necesidad física de volver. ¿Quién te dice que mañana no te va a tocar lo que querías? ¿Y si la bola cae en el sitio correcto esta vez?
El juego sigue teniendo su parte de sobres con jugadores al más puro estilo FIFA. Y sin bien puede parecer similar a esto, aquí hay matices. Aquí no ves lo que has perdido. Tan solo ves el contenido que has ganado. Pero de la otra forma consiguen jugar con tu tiempo y tus expectativas de forma distinta.
Mantenerte más horas enganchado y que vuelvas al día siguiente a ver girar la ruleta o caer la bolita. Porque eso es lo que generan esta clase de máquinas. Se diseñan con ese único propósito en mente. Además de ser mucho más atractivo a los ojos, tan solo hace falta entrar a YouTube para comprobarlo. De esta manera, se asegura que mañana vuelvas y quizá te dejes unos euros adicionales en el resto de sus sistemas.
Y es más, estas máquinas buscan generarte frustración. Ver lo cerca que has estado. Y quizá si encadenas varios malos premios seguidos, junto a la imposibilidad de horas que resulta cumplir todos los desafíos, da un cóctel fatal. Ya que si no quieres quedarte atrás con el resto, esos sobres que tanto te cuestan conseguir a base de echar horas, comienzan a verse más apetecible cuando el dinero es la única barrera que te separa de ellos.
Porque al final todo la narrativa del juego gira en torno a eso. Si el tráiler se ha centrado en mostrar esto, es porque consideran que es lo más importante. Que el baloncesto hace tiempo que se lo pasaron. Y ahora están explorando formas de hacerlo más adictivo. Está genial que busquen más formas de dar recompensas al jugador. Sobre todo cuando no estamos hablando de un juego gratuito. Pero esto es un arma de doble filo. Solo hay que ver la reacción que ha causado en la comunidad.
Los usuarios se han escandalizado al ver, de forma tan explícita, cuáles son sus intenciones e intereses. Con youtubers reaccionando al ver una tragaperras darte el máximo premio. De nuevo, por mucho que no puedas dejarte dinero real en ellas, han pasado una línea. La de ir de frente y mostrar que el baloncesto no es lo más importante. Que su propósito es engancharte a un modo donde cada año vuelve con críticas acerca de su poco tacto a la hora de gestionar sus sistemas monetarios.
Al mismo tiempo, cada título ha generado mucho más que el anterior. Y ahí es cuando te preguntas… ¿Por qué iban a quitarlo? Si de momento, en su balanza, el dinero generado está pesando más que su mala imagen. Lamentablemente estas cosas no cambiarán de un día para otro. Parecía que el caso de Battlefront II iba a servir de toque de atención para la industria. Pero vamos a necesitar mucho más ruido que aquella vez. Si un tráiler centrado en sistemas de recompensas, inspirados en tragaperras, en un juego que coquetea con los micro pagos de forma abusiva, recibe una clasificación de edad para 3 años, es que todavía queda mucho trabajo por hacer.
Como podéis observar, toda esta bola ha terminado por estallar en una oleada de críticas negativas en Steam. Que ni mucho menos todos ellas están centradas solo en lo referente a las micro transacciones. De hecho, a simple vista, el juego parece que vuelve adolecer de problemas con los servidores y diversos bugs que están haciendo imposible disfrutar de la experiencia. Quiero que tengáis en cuenta un pequeño dato: 2K19 vendió la friolera de 9 millones de copias. Y no quiero ni pensar la cantidad inabarcable de dinero que habrán generado con los micro pagos del mismo. Y precisamente este juego también tuvo incontables errores en su lanzamiento. Que se han repetido en esta nueva entrega de la misma forma. Por lo que todo esto te hace pensar… ¿Cuáles son sus prioridades?
Actualización 13/9: He decidido añadir este párrafo a posteriori para demostrar que, a veces, luchar contra esta clase de prácticas da sus frutos. Resulta que la máquina tragaperras que se encontraba en el modo Triple Amenaza ha sido eliminada. Dicha máquina aparecía en el polémico tráiler junto a la ruleta y la pachinko. Estas dos últimas máquinas al estilo casino todavía permanecen en el juego, pero se agradece que hayan rectificado. De nuevo, aunque no puedas utilizar dinero en ellas, no hay que dulcificar esta clase de máquina, menos aún cuando el juego tiene Pegi 3. Puesto que podría dar mal ejemplo a los más pequeños, haciéndoles creer que son un tipo de juego más, cuando son artículos reservados para los adultos.
Especial agradecimiento a mi compañero Carlos Olmeda por ayudarme con sus incontables horas de experiencia en la saga para la realización de este artículo
Ingeniero informático en proceso y juntaletras frustrado. Estoy en la tripulación para narrar mis desventuras como jugador y divagar sobre esta preciosa industria. Sí, me gusta FFXIII y ME: Andromeda. No me escondo.