Es indispensable para acompañar la lectura de este artículo el escuchar el siguiente tema:
«Por qué las mecánicas de Resident Evil (1996) son perfectas». Ahora la séptima parte y final de una serie de artículos que he concebido durante estos meses.
Ciertamente he intentado en la medida de mis posibilidades, experiencia y conocimientos explicar por qué Resident Evil (1996) es perfecto: haya sido diseccionándolo en solitario o enfrentándolos con los otros clásicos.
El lector más atento se habrá dado cuenta de que Resident Evil Zero no ha tenido lugar en ningún artículo, y ello se debe a que no es un juego que haya rejugado en demasía, tampoco me termina de gustar del todo.No suelo hablar de lo que no entiendo ni he probado en profundidad. Los juegos de RE 4 en adelante nunca tuve en mente el introducirlos en estos artículos por las misma causas antes comentadas. En esta suerte reportaje sobre Resident Evil (1996) sí que me gustaría…
Α
2007 y 2008
Los años del descubrimiento y de la consolidación. En el periodo otoñal, tras las precipitaciones equinocciales, las calles se vestían de un gris dorado. Rumores raros rarificaban pensamientos antes apenas concebidos. El vendaval vendría vertiendo su furia. Torrentes disecaban el azul de las manos. Manos, manos. Azules, tan azules.
En medio del rumor grisáceo y brillante, boqueaba un ajolote.
Azul
2012 y 2014
Los años de lo extraño y de la maestría. Se abrió la mente acaparando habilidades, técnicas y saberes ignotos. Las postrimerías del verano dieron paso a los inicios de la primavera. ¿Cómo puede ser? Tazas humeantes hubo entre medias, paredes caladas y niebla entre sillas.
En medio del rumor rojizo y negro, alguien daba palmas y las mariposas aleteaban.
Naranja
2015
El año del Horror. En el periodo estival una masa negra y viscosa se derramó sobre el humo de un cigarro. Escaleras y escalones. Sudores rojos; el verano exudaba ira contenida. Sentarse en un escalón anhelando.
En medio de lo azul verdoso, caen rayos de sol a través de una ventana tintada.
Púrpura
2019
El año de la reinvención conservadora. Meses tenebrosos y claustros arrancados. Comienza el pastoreo de la rana. Retomaron el disco bajo el sol de primavera. El Sueño del Tiempo dulcifica la vigilia.
En medio un fulgor blanco, surgen vestigios de dudas.
Amarillo fragante
Ω
Un oso (jacoso) varado en una isla de monos.