Ya hará casi un mes que Nintendo puso a la venta de forma limitada Super Mario 3D All-Stars, con motivo del 35 Aniversario del fontanero italiano japonés. Esta edición recoge los tres primeros Super Mario en 3D publicados por la marca nipona. Y cómo no, cosa que publica Nintendo, polémica que se alza.
Pero antes de empezar con la polémica vamos a aclarar ciertos términos que se están utilizando en la industria del videojuego últimamente. Sin contar juegos indies, parece que, igual que en la industria del cine, la originalidad se está acabando (o no). Estos son los conceptos de remake, remaster y reboot.
Remake, remaster, reboot, Resident Evil… ah no.
Re- re- y más re-, parece una canción. Tenemos tres “R” y uno se le viene a la cabeza el reciclaje y más o menos por ahí va la cosa. Esos conceptos son acciones que se toman a la hora de reciclar ciertos elementos del entretenimiento. Los podemos encontrar en cine, sobre todo, pero también en libros, música y videojuegos.
El término remake es el que más aparece en la industria del videojuego. Consiste en volver a hacer, en este caso, un juego desde cero a una plataforma actual. Por lo tanto, suelen presentar mejoras gráficas considerables y nuevas mecánicas, pero la historia sigue siendo la misma.
Uno de los primeros ejemplos que encontramos es The Legend of Zelda: A Link to the Past. El tercer juego de la entrega fue lanzado originalmente para la SNES en 1991/1992 y posteriormente a la GBA en 2002. En este caso, las diferencias son casi nulas, pero se trata de un remake. Grandes referentes a lo que este término se refiere son Resident Evil y Pokémon.
Capcom ha publicado diferentes remakes a lo largo de su historia con tal que podamos disfrutar de títulos clásicos en plataformas más modernas, siendo para muchos la versión del primer Resident Evil para GameCube el mejor remake jamás hecho. Al final de la sección hay un vídeo del canal de YouTube VCDECIDE que compara las versiones de PSX y GameCube de este juego.
En cambio, Game Freak a partir de la tercera generación de Pokémon lleva publicando diversos remakes de forma ordenada, es decir, empezando por la primera generación. Pokémon Rojo Fuego y Verde Hoja fueron lanzados para la GBA en 2004 con las mejoras que introdujeron Rubí y Zafiro siendo los remakes de Pokémon Rojo y Verde que salieron para la GameBoy en Japón el año 1996. Eso quiere decir juego a todo color, nuevas mecánicas y todos los Pokémon existentes de la época.
Así ha seguido con Pokémon Oro Heartgold y Plata Soul Silver para DS el año 2010, remakes que se basan en los juegos de 1999 Pokemon Oro y Plata de la GameBoy y con Rubí Omega y Zafiro Alfa para 3DS, basados en Rubí y Zafiro de 2002. Actualmente los fans esperan los remakes de la cuarta generación Pokémon para Nintendo Switch. Otros ejemplos son Ratchet y Clank para PS4, Wonder Boy III: The Dragon’s Trap, o Final Fantasy VII Remake.
Por otro lado, tenemos el término remaster. Un remaster se parece al remake en el hecho que un juego es llevado a una nueva plataforma, normalmente no muy distante, con pequeñas mejoras gráficas y sonoras, es decir, una adaptación más técnica. Ejemplos son The Last of Us para PS3 y PS4 o Spider-Man para PS4 y PS5. Para que un título sea un remaster, no debe haber cambios más allá de rendimiento y un poco de calidad, como en el caso de The Last of Us. Otros ejemplos se encuentran en Assassin’s Creed, Kingdom Hearts, Gears of Wars, etc. En estos casos se suelen reutilizar la gran mayoría de recursos.
¿Por lo tanto, dónde queda la diferencia entre remake y remaster? Pues en la agresividad del cambio. Si comparamos por ejemplos los juegos de Pokémon nombrados con sus versiones originales, no se parecen en nada a nivel visual, igual que en Resident Evil. Aunque a veces esta línea es muy fina, como en el caso de A Link to the Past.
Por lo que, normalmente, si hay mucha distancia entre las plataformas de origen y destino, podemos hablar de remake. Resident Evil de PSX a GameCube, Pokémon Rubí y Zafiro de GBA a 3DS y Zelda A Link to the Past de SNES a GBA. En cambio, los remaster suelen ser generaciones consecutivas, como los casos nombrados anteriormente.
La medida más agresiva, un reboot
Entonces, ¿un reboot qué es? Es la medida más agresiva de adaptar una obra. Implica basarte en el mundo y los personajes de la obra únicamente, incluso a veces solo el mundo. Borrón y cuenta nueva. Un ejemplo sería Prince of Persia y la saga de las Arenas del Tiempo. Las anteriores entregas no tenían absolutamente nada que ver con estas. Incluso dentro de Prince of Persia nos encontramos con, valga la redundancia, Prince of Persia el juego, ya que no tiene absolutamente nada que ver con la saga de las Arenas.
Otros ejemplos son Spyro, Castlevania: Lord of the Shadow, Rayman Origins, Tomb Raider y muchos más. Normalmente la presencia de un reboot implica que una saga de entregas ha caído en cuánto a valoraciones se dice, por lo que el reboot es una forma de lavarse la cara y cambiar.
¡Un nuevo luchador entra al ring dando portazos!
Hay otro término que en ocasiones sale, el port. Una explicación sencilla y poco precisa, pero para que se entienda el concepto de port. Cuando nosotros jugamos, la consola le habla al motor del juego y le dice que hacer dentro del juego, y luego recibimos una respuesta visual. Es decir, si nosotros saltamos con el botón B, lo que está sucediendo es que la consola envía un mensaje de “Botón B” al motor y este lo interpreta en el juego como la acción de saltar. Podemos pensar en el motor como un idioma con el que se van comunicando la consola y el juego. Por lo tanto, un port consiste en cambiar ese idioma al juego y hacer que entienda otro. Decirlo es más fácil que hacerlo. El juego en cuestión es exactamente el mismo, solo que ahora está en otra consola.
A veces los ports no presentan la misma calidad en la plataforma de destino que la de origen por como se mantienen las mecánicas o se cambian. Esto es debido a que se nota cuando un juego está desarrollado expresamente para una plataforma y se intenta llevar a otra distinta. ¿Podéis imaginar un port de League of Legends para móvil y cómo se jugaría? Pues eso mismo. Ejemplos son The Witcher 3 para Switch, Diablo III para PS4 y otros más. Normalmente el salto entre las consolas de origen y destino son entre consolas de la misma generación, en este caso, entre Xbox One, PS4 y Switch. Aunque el rey de los ports se trata de Doom, como nos contó Adrián en su artículo.
Vale, ¿qué ha pasado con Mario?
Últimamente la estrategia de Nintendo con sus entregas suele ser el port. Como ejemplo, Pikmin 3 de Wii U para Switch. Por lo tanto, cuando se anunció Super Mario 3D All-Stars la gente se esperaba ports, ya que no se podían apreciar cambios significativos. Todo iba bien, hasta que llegaron las filtraciones.
Como es de esperar, los juegos de Nintendo se filtran en Internet días antes de su comercialización. Ahí es cuando algunos aprovechan para observar el interior del juego y sacar todos sus secretos. Y Mario no se salvó de ello. Cuando observaron el interior del juego no encontraron nada de lo anterior, encontraron emulación. Como se dijo anteriormente, un juego y una consola hablan un idioma en concreto entre ellos, y en el caso de los ports este idioma se cambia.
La emulación consiste en contratar un traductor para establecer la comunicación entre juego y consola. Normalmente el uso de emuladores se da en PC. El prejuicio con el que cuentan los emuladores es que no suelen funcionar de forma 100% fidedigna que la consola a emular, y es normal. Es un proceso costoso de ingeniería inversa que no se suele dar de forma oficial. La gran mayoría de emuladores están hechos por desarrolladores independientes en su propia casa, por eso no suelen funcionar de forma fidedigna. Para que os hagáis una idea, es como si alguien que solo habla español intenta aprender inglés solo leyendo, escuchando y tratando de sacar patrones del idioma.
¿Entonces los juegos de Super Mario 3D All-Stars funcionan peor en Switch?
No. Los emuladores son distintos cuando es la propia compañía quien lo desarrolla, en este caso, Nintendo. Básicamente porque Nintendo sí sabe cómo hablar perfectamente Nintendo 64, GameCube y Wii, por lo que puede traducir perfectamente a su otra lengua, Switch. Sí se pueden dar momentos que no estén del todo optimizados para la consola ya que, como se dijo antes, se nota cuando están desarrollados para una plataforma en concreto.
¡Un Weezing salvaje apareció! Ah no, es la comunidad
¿Entonces a que vino tanta polémica? La polémica vino por la comunidad tóxica que rodea el mundo de los videojuegos, sobre todo Nintendo. Para los fans de Nintendo, lo que haga la compañía nunca será suficiente o no valdrá nada. Para los haters de Nintendo, nunca será suficiente. Nunca será suficiente potencia, nunca será suficientemente original y más.
La cuestión viene en buscarle los pies al gato y criticar todo lo que se pueda criticar y más. Twitter está plagado de cavernícolas que dicen que es un timo y un abuso vender los tres juegos por 60€, es decir, 20€ cada uno, en una plataforma más moderna e híbrida. Aunque no quieren ver que Final Fantasy VII Remake es solo una mitad y costó también 60€. También en desprestigiar la emulación, que como dije antes, en este caso debería de funcionar perfectamente.
Vamos más allá, ¿quién tiene una Nintendo 64, una GameCube y una Wii para jugar a estos tres títulos? Tal vez el caso más fácil sea la Wii, pero las otras dos no. Bueno, si uno quiere jugar a los títulos originales en sus plataformas originales ya puede ir buscando por el mercado de segunda mano y verá que no es nada fácil, un tema del que también me gustaría hablar, debido a la inflación de precios. Buscar unas consolas en buen estado, que no les falten los accesorios importantes, que funcionen, más los juegos en cuestión, fácilmente se nos puede ir a 170€-220€, siendo optimistas.
Todo para poder jugar a estos juegos si no tuviste la oportunidad de jugarlos en su momento. Obviamente esta es la forma legal de hacerlo, ya sabemos que existe la otra forma en internet. En cambio, si ya posees una Switch, ahora te dan la oportunidad de jugarlos en tu consola actual por 60€.
Conclusión: es más fácil criticar que disfrutar
En resumen, la cuestión es quejarse. Las compañías nos ofrecen la oportunidad de rejugar o jugar por primera vez a sus mejores títulos clásicos, pero parece que a algunos les gusta escupirles en la cara y decir que no valen la pena, o se las dan de puristas.
Concluyendo, de lo único que se les podría acusar a una compañía en estos casos es por falta de originalidad, pero el hecho de hacer un reboot, remake, remaster, port o un emulador implica un cierto trabajo que no debe de ser menospreciado por ello. Hasta en ocasiones, se debería de agradecer porque nos ofrecen una vía más económica en ocasiones ya que podemos evitar el abuso de precios del mercado de segunda mano.
[…] remakes fueron seguramente una sorpresa merecida para los fans de la saga. En otro artículo anterior se explicó que eran los remakes y se ponían algunos ejemplos, incluidos estos. Están basados en […]