27 agosto 2021

Tormented Souls, una visión actualizada del survival horror más clásico

By In Análisis, Artículos, PC

Siempre he sido bastante crítico con un movimiento comercial tan extendido como son los remakes. No es por ser “abuelo cebolletas”, ni el amargado de la industria que le gusta jugar con pixelotes, no tiene que ver con eso. Pero si me he vuelto tan reacio es en parte por culpa de la propia industria donde, lanzamiento tras lanzamiento, he visto como la monetización de la nostalgia ha estado por encima del deseo de volver a traer viejas sagas a las nuevas generaciones. Hemos visto verdaderos aciertos que han derivado en auténticas joyas, no lo niego. No puedo obviar lo que ha conseguido Capcom con Resident Evil 2: Remake o el resurgir de Crash Bandicoot. Aunque, eso sí, por el camino hemos visto como estandartes de la industria han sido capaces de aplicar un vago “lavado de cara” a sus grandes obras y aplicar un marketing de nostalgia para salir del paso (¿os suena, Warcraft 3: Reforged?).

Al final, hay que sacarle el lado positivo a todo y creo que los remakes tienen uno, que a bastantes se les ha pasado por alto. Este movimiento tan generalizado en la pasada generación (y seguramente en esta nueva) ha traído consigo el interés de nuevo público por probar juegos del mismo género que estos remakes. Así es como estamos viendo un resurgir de géneros clásicos que habían sido abandonados por el poco interés del público. Creo sin duda que, sin este empujón juego como Streets of Rage 4, Song of Horror o Daymare 1998 no hubiesen sido posibles; hubiesen quedado en un olvido al que solo los fans más acérrimos se hubiesen asomado.

Con esto llego hasta el juego que tengo entre manos en este texto, Tormented Souls, el cual sin esta segunda juventud del survival horror, seguramente no habría llegado hasta nosotros… o al menos no manteniendo la esencia del género de una manera tan cuidada y detallista como la que ha acabado llegando. Y esto, para los fans de un género que se visto adulterado para hacerlo accesible a un público mucho más mayoritario, es sin duda un motivo de alegría.

Recorriendo el género

El survival horror ha pasado por muchas manos. Una vez recogido el testigo, lo han ido modificando y adaptando al estándar de jugabilidad que se aplicase en ese momento. La fórmula se ha ido diluyendo, unas veces a causa de priorizar la pólvora por encima de los sustos y otras omitiendo dificultad en sus puzles por el bien de una comunidad que no quería aprenderse un mapa o coger papel y boli. Al final, la raíz del propio survival horror se ha quedado en una suerte de juegos adaptados para plataformas de vídeo que generan visitas con sustos facilones, y donde a nadie le importa como combinar objetos para superar un acertijo que llevas meditando horas. Lo que yo suelo llamar el “pulse X para ganar” que tanto se lleva últimamente.

Si soy tan critico en mi párrafo anterior es porque hace tiempo que no me encuentro con un juego tan contundente como Tormented Souls, en cuanto al planteamiento del survival horror. Desde el primer momento se ve como tienen claro que es lo que quieren ofrecer y lo llevan hasta las últimas consecuencias: una visión actualizada con toda la esencia del género que encumbró a grandes sagas, para bien o para mal. Y lo consigue. Vaya que si lo consigue.

La luz será uno de los elementos cruciales en toda la aventura

Tormented Souls se muestra como una visión actualizada de un género de culto, pero rápidamente se convierte en una oda al survival horror. Lo que más me ha asombrado es que lo consigue desde el primer contacto con su protagonista donde, ya en los primeros diez minutos tenemos un susto, un acertijo y un enfrentamiento. Sin darnos cuenta nos dan un tutorial acelerado de lo que nos encontraremos durante toda la aventura. Recorrer los pasillos de la mansión es comprobar como desarrollan estas ideas y se puede ver en todos sus elementos, con una trama que no tiene que envidiar a películas actuales (algo descafeinada en algunos momentos por el bien del jugador menos acostumbrado a leer), una ambientación coherente con su propia narrativa y una explotación de las mecánicas del género muy acertadas.

Si Tormented Souls solo se quedase ahí podría hablar de cualquier propuesta que incluya los elementos comunes del género, pero si insisto tanto en varios puntos es porque además, han conseguido renovarlos con ideas que le dan un aire fresco al género. La fórmula no es redonda, esto también he de decirlo. Por el camino se han relajado en ciertos aspectos que no desmerecen al global pero que, de haberlos pulido un poco más, hubiesen creado una obra bastante más redonda en todos sus apartados.

La alargada sombra de Resident Evil

Vamos a hablar del elefante en la habitación cuanto antes y así podremos ponernos más cómodos: Tormented Souls es un survival horror calcado a las fórmulas de los Resident Evil o Silent Hill de PlayStation o PlayStation 2 que a cualquier otra propuesta actual. Tiene todos los ingredientes que hicieron que no soltásemos el mando hace ya casi 25 años: exploración, lectura de todo elemento que encontremos, recolección de recursos, tensión por morir en cualquier momento y, por supuesto, puzles.

El equipo de Dual Effect ha sabido coger todos estos ingredientes, meterlos en una coctelera y agitar bien fuerte para contarnos los sucesos tras las puertas de Winterlake. Además, también han acertado sabiendo que es lo que debían desechar o que es lo que necesitaban mejorar para que no sea un impedimento poder jugar a un survival horror clásico en pleno 2021.

Siempre podemos cambiar entre control tipo tanque y uno más fluido

El primer reto que tenía este juego conmigo era hacerme pasar por el aro de un control tipo tanque, al cual no estoy acostumbrado, y con el que me cuesta horrores adaptarme. Tras más de 16 horas de juego, tengo que decir que el trabajo que hay detrás por mantener la esencia de este control, adaptándolo con pequeños ajustes para crear una jugabilidad mucho más fluida, es digna de elogio. Han sabido respetar el control tipo tanque (el cual se puede seguir usando con las flechas del mando) intercalándolo con un control mucho más libre al correr con los sticks. Esta fusión crea una mezcla mucho más agradable que soluciona las carencias que tenía el género al obligar al jugador a utilizar este control.

Visto este acierto con el control del personaje estaba deseando ver como habían solucionado otro de los escollos, que en mi opinión, arrastra este género al compararlo con otros títulos más actuales: el uso de las armas. Aquí Dual Effect ha optado por acercarse mucho más a la esencia del género, otorgando a Tormented Souls de un apuntado estático. Pulsar el botón de apuntar, significará quedarnos anclados en el sitio, aunque con una pequeña diferencia, al facilitarnos la vida con un semi apuntado que elimina las alturas a nuestro favor, otorgándonos la seguridad de que será muy raro que fallemos.

Es una decisión, para mi gusto, que se queda entre dos aguas, donde la fluidez del personaje choca de bruces con lo tosco del combate: no modifica la esencia del género, pero tampoco mejora lo existente, como sí que lo han hecho con el control del personaje.

La piedra angular del survival horror

Algo fundamental a la hora de afrontar un survival horror es la gestión de los propios recursos que el escenario nos va otorgando. Parece mentira, pero buscar hasta debajo de las piedras un par de balas extras, puede salvarnos de morir más adelante. En este aspecto Tormented Souls es muy generoso con aquellos jugadores que prioricen la exploración. Si somos pacientes y registramos concienzudamente, los recursos no serán un problema durante gran parte de la aventura, ya que el juego es amable y premia constantemente esta búsqueda activa. Para mí, esto es un gran punto a favor: si tú te molestas en buscar, recibes premio. Ahora bien, se que hay varias corrientes de pensamiento dentro del propio género que verán esto como algo negativo que descompensa la experiencia. Maneras de disfrutar una misma experiencia, supongo.

El objeto que más usaremos en todo el juego: el mapa.

El propio planteamiento de la aventura también valora muy positivamente, que sea el jugador el que se anticipe a lo que vendrá por delante, que paremos y leamos todos los textos y detalles que han dejado esparcidos por toda la mansión. Es algo que no debería sorprenderme, pero la verdad es que me encanta cuando encuentro un título que pone tanto empeño en hacer partícipe al jugador de la propia historia.

Una historia que iremos descubriendo poco a poco, con cada habitación que consigamos abrir y que se volverá mucho más oscura con cada texto que encontremos y con cada cinemática que vayamos descubriendo. Además, (y ahora viene mi parte favorita) muchos de los puzles tienen que ver directamente con la propia historia, por lo que la narrativa está constantemente presente en cada elemento.

Los puzles en cualquier survival horror son la piedra angular. Crecer con este tipo de retos de asociación (culpa en parte también de las aventuras gráficas) me han hecho apreciar de mayor, juegos de lógica como el cubo de Rubik o engancharme de una manera incomprensible a las salas de escape, que no son más que llevar estas mecánicas lógicas a un entorno real. Por eso aprecio tanto el trabajo detrás de cada rompecabezas que plantea Tormented Souls, donde cada nuevo reto es más retorcido, más complicado o a veces tan simple que hace que te cuestiones tu propia existencia.

No olvidéis probar, todo con todo. A veces suena la flauta.

Tormented Souls deja una sensación de ser un juego de puzles con un componente survival horror y no al revés, y eso se nota al jugarlo, donde todos los enigmas tienen su lógica dentro de la propia historia y del planteamiento de las propias mecánicas. Los puzles de este juego son complicados (que no difíciles), pero están muy bien planteados e hilados, buscando el cobijo de la esencia original del género siendo algo que aprecio muchísimo; que un juego en 2021 me haga sacar papel y boli para apuntar ubicaciones o códigos, me ha hecho muy feliz.

Además, juega con un concepto muy bien llevado como es la cronología de los objetos, que rescatan esa parte más de “aventura gráfica” (bendito Day of Tentacle) que redondea ciertos enigmas que podrían haber resultado mucho más simplones.

Lo que más me fastidia es que esta magia que envuelve a los buenos planteamientos a nivel de diseño de puzles se romperá cuando el juego salga, las páginas de guías se llenen con las soluciones y no haya que pararse tanto a pensar cada enigma, porque es más rápido hacer una búsqueda en Google que pararse a pensarlo. Consejo de monete, si de verdad queréis disfrutar del juego, huid de esas guías y dadle un poco a la mollera. Dadles una oportunidad a los puzles y no os vais a arrepentir.

El miedo se vive de diferentes formas

Habiendo hablando del survival y de los puzles me queda hablar del último ingrediente de este género: el horror. Tormented Souls se cimienta sobre una base que, por norma general, a todos nos da respeto. Una mansión aparentemente abandonada donde se llevan produciendo extraños sucesos desde hace tiempo, donde nadie comprende que es lo que está ocurriendo llevará a nuestra protagonista a un viaje macabro, de horrores inimaginables y de extrañas criaturas que sería mejor no haber descubierto. Una mezcla de ritos tribales y experimentos con humanos, serán nuestra principal amenaza, siendo en el fondo algo más mucho más físico que psicológico.

El juego tiene los elementos necesarios para crear una atmosfera de tensión constante en el jugador, explotando la poca luminosidad como recurso para crear una sensación de indefensión, o provocando en el jugador un estado de miedo continuo gracias a su ambientación. Recursos tiene, que es a lo que voy.

Sin embargo, creo que Tomented Souls desaprovecha todos estos elementos creando situaciones muy cómodas para el jugador; no hay ningún tipo de sobresalto cuando se crea el clima perfecto, aunque luego se esfuerzan en exceso en forzar el susto previsible. Como resultado quedan unos “jump scares” descafeinados y a destiempo, que no favorecen en nada a la obra en su conjunto.

Si hubiesen planteado un terror más psicológico, jugando con las sombras, los dobles fondos o los cambios de cámara habrían conseguido mantener esa sensación de miedo constante acorde con la temática. Lo he comentado un poco más arriba, los recursos estaban ahí, pero creo que no los han utilizado de la mejor manera posible.

Almas atormentadas

Aunque he sido algo crítico y puntilloso en algunos apartados, la verdad es que Tormented Souls me ha fascinado desde el momento en el que cogí el mando. Como ya he dicho, el planteamiento del equipo es claro y se nota en el resultado final, buscando una experiencia mucho más cercana al survival horror clásico y, por ende, con mucha más maniobra para trabajar. Podrían haberse quedado en lo fácil, crear otro título más, abrir la mano para hacerlo accesible a más público y quedarse en el montón de juegos a la deriva, pero, sinceramente, creo que no es el caso.

Enfocarse más en los puzles que en un componente más de acción es arriesgado visto el mercado actual, pero cuando sale bien, es un soplo de aire fresco a un género que se ha visto invadido por la acción y los sustos fáciles. Mantiene la base sólida del género, la mejora lo justo para adaptarla a 2021 y crean un título que huele a nuevo, pero se siente como antaño. Creo, sinceramente, que es un buen resumen de lo que Tormented Souls puede ofrecer.

Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.

Written by Adrián Fitipaldi

Con un mando entre las manos desde el 92. Crecí con un dragón morado, un erizo azul y un fontanero que no se dedica a la fontanería. De mayor intenté comerme la tarta... pero era mentira. Retarme a un duelo de insultos puede ser una decisión mortal. Y por si fuera poco, dirijo una isla de monos... por lo que de mayor ¡quiero ser un gran pirata!.

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